Editorial

El marcador del estadio Carlos Belmonte en la campaña

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Es necesario que las propuestas políticas cojan mayor altura de miras en esta campaña electoral

En el arranque de la campaña electoral, los partidos políticos se dedican a lanzar sus propuestas, recogidas fielmente en sus respectivos programas electorales presentados a bombo y platillo y que después se cumplen a medias. En la ciudad de Albacete la campaña se centraba en estas disquisiciones hasta que apareció la polémica del marcador del estadio Carlos Belmonte, de titularidad municipal, pero que lleva sin funcionar correctamente desde hace años.

El Ayuntamiento, bajo el mandato del socialista Emilio Sáez, decidió alquilar de forma temporal un marcador para proceder a las obras del cambio de la iluminación y de la propia instalación. A partir de ese momento, el marcador del estadio Carlos Belmonte se colocó en el centro de la campaña electoral y durante los últimos días se suceden las declaraciones y respuestas entre el Partido Popular y el Partido Socialista. Los populares tachan de oportunistas a los socialistas, mientras que estos últimos argumentan su decisión bajo la acción de Gobierno municipal que llevan a cabo durante los dos últimos años. Mientras tanto, el Albacete Balompié continúa en puestos de playoff a la Primera División del fútbol español, que, en definitiva, es lo primordial para los miles de aficionados que partido tras partido llenan las gradas, pero, eso sí, no disfrutan de un marcador acorde a la categoría -Segunda División- en la que milita actualmente el Albacete Balompié. Eso sí, el club acumula multas por la mala iluminación y el marcador sigue sin funcionar correctamente desde la temporada pasada.

Si uno de los asuntos estrella en el arranque de la campaña electoral es el marcador del estadio Carlos Belmonte, nos da una pista sobre el nivel del choque político que se desarrollará en el resto de las jornadas hasta la cita con las urnas del 28 de mayo. Una cuestión menor -es así por muy bien que vaya el Albacete Balompié y que acudan al estadio miles de socios y aficionados- no puede acaparar tanto foco durante una campaña electoral. Hay demasiadas cuestiones fundamentales para el futuro de la ciudad en juego como para centrarse en un aparato electrónico de una instalación municipal.

Los ciudadanos quieren conocer el proyecto de ciudad de cada uno de los partidos políticos en liza o cuál es su fórmula para crear puestos de trabajo en los próximos cuatro años con el fin de que el bienestar de las familias crezca, por poner sólo dos ejemplos. Es necesario que las propuestas políticas cojan mayor altura de miras en esta campaña electoral y no se queden en el manido «pan y circo» vigente desde la antigua Roma y mucho menos en el «y tú más», que se utiliza ya de forma reiterada en el caso del marcador.