Dentro de la quinta edición del Día de las Librerías, en la que se llevaron a cabo diversas actividades paralelas y descuentos especiales, la periodista y realizadora valenciana Irene Rodrigo presentó ayer en Librería Circus el primer episodio de una serie de televisión on line titulada Léeme, centrado en la obra cumbre de Gabriel García Márquez: Cien años de soledad.
¿Cómo surgió el proyecto?
Siempre me ha gustado mucho leer y me da rabia que la lectura no sea una afición más extendida. Al acabar la carrera de Periodismo tuve una asignatura, Divulgación Científica, donde me di cuenta que a través de esa divulgación se podría acercar a las personas realidades aparentemente desconoctadas de nuestra vida, a priori aburridas. Fui dándole vueltas al tema, pensé en hacerlo a través de un blog y al final me decanté en realizar un programa de televisión sobre literatura, porque creo que es una fórmula más digerible. He contado con la ayuda de algunos amigos a la hora de grabar, de seleccionar localizaciones... Ahora mismo ya estoy preparando el siguiente capítulo, que podrá verse el 24 de noviembre en la página www.tecomunicas.com/leeme.
¿Por qué eligió Cien años de soledad para comenzar?
Por varias razones, por un lado es una de mis novelas favoritas y además es una obra lo suficientemente conocida y estimada por la gente para enganchar desde el primer programa al espectador.
¿Cuál es la estructura de la primera entrega?
Mi idea es relacionar la literautra con la vida, estableciendo vínculos entre una obra concreta y la existencia de las personas, por eso de cada libro extraigo los temas principales y voy vinculándolos a la vida cotidiana. En el caso de Cien años de soledad, serían la familia, la propia soledad, el paso del tiempo... por ello salgo a la calle a hablar con la gente, reflexiono sobre esos parientes extraños que hay en todas las familias, entrevisto a una cuentacuentos, porque García Márquez solía decir que para contar sus historias se basaba en los cuentos fantásticos que le relataba su abuela.
Aprovechando esta celebración del Día de las Librerías, ¿deberían éstas servir de punto de encuentro para los lectores?
Siempre he estado muy ligada a las librerías, son espacios que me encantan, pero entiendo que hay librerías y librerías. Sí es cierto que algunas mantienen ese espíritu: reunir a distintas generaciones, fomentar la conversación o el debate sobre obras concretas, presentaciones literarias, etcétera. En cualquier caso, lo que falta en el mundo de la literatura en general es el fomento del aspecto divulgativo, porque a mucha gente le gustaría leer si supiese que los libros hablan de la propia vida.
¿Ayudan las nuevas tecnologías al fomento de la lectura?
Creo que podrían jugar un papel mucho más importante en la divulgación de la cultura en general. La verdad es muchas veces fomenta, justo lo contrario, la incultura, por ejemplo páginas o blogs con contenidos de mala calidad. Es lo mismo que ocurre con la televisión, el arma de educación más increíble que se ha inventado y desaprovechada, porque en lugar de apostarse por espacios formativos o culturales se tiende a hacer programas como Gran Hermano.