Carlos Ortega, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Concesionarios de Albacete (Apreca), hacía ayer un balance «a priori positivo» de la vigésimo tercera edición de Ferimotor, feria del automóvil que se llevó a cabo de jueves a domingo en la IFAB.

«Teniendo en cuenta algún hándicap como la previsión de lluvias o que esta no era la fecha habitual, sino abril, estamos bastante satisfechos a falta de reunirnos todos los concesionarios participantes y evaluar las ventas y el funcionamiento», señalaba Ortega, detallando que aún no contaban con cifras oficiales de asistencia, «sí hemos confirmado que aumentaron con respecto en la anterior edición, que se celebró en noviembre y tuvo algo más de 5.000, una cifra que ya habíamos aumentado durante el sábado».

Además, con solo dos meses en el cargo, Ortega se mostraba «agradecido a todos los concesionarios, por lo rápido que nos pusimos de acuerdo en todos los cambios propuestos, así como al personal de la IFAB, que no puso ningún impedimento cuando se los propusimos». Se refería con ello tanto al aumento de la superficie de exposición como a la reorganización de espacios para acoger más expositores, que esta vez llegaron a 33. 

En el lado negativo quedan los efectos de las tormentas, con imágenes del recinto inundado durante la tarde del jueves a causa de una fuerte tromba de agua. De acuerdo al presidente de Apreca, el incidente «no causó muchos problemas a  los coches, más allá de las molestias en limpiar todo, pero la situación sí fue la gota que colmó el vaso, nunca mejor dicho, para evidenciar cómo están las instalaciones».

«También tuvimos problemas fuera, donde el suelo no estaba bien preparado para instalar la carpa», proseguía el representantes de los concesionarios, mostrando su convencimiento de que «el recinto necesita una reforma en profundidad». «Hay que invertir si queremos tener un lugar acorde a la ciudad y a las ferias que organizamos aquí porque, aparte de que se ha quedado pequeño, las condiciones no son acordes al dinero que nos cuesta venir». 

Además, para el futuro, Apreca trabaja con los objetivos de que «puedan volver los concesionarios de motos y contar con más actividades de ocio, para poder atraer a más visitantes».

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