El consejero delegado de Vega Sicilia, Pablo Álvarez, señaló que la calidad y enseñar el producto por todo el mundo son las claves por las que Vega Sicilia se ha convertido en una de las marcas más reconocidas del mundo del vino. Lo ha hecho en el marco del VII Foro Empresas Exporta Tu Valor, que se celebró en la bodega Pago del Vicario, organizado por Globalcaja y La Tribuna, donde se destacó la importancia de contar con el mercado exterior para crecer en la economía y que empresas claves y pioneras en su sector expongan cómo lo hicieron, cómo lograron abrir mercado.
Álvarez hizo un recorrido por la historia de los vinos de Vega Sicilia, desde que en los 80 su familia adquiriera la primera bodega, y cómo fue creciendo con nuevos viñedos, los últimos un albariño, que saldrá al mercado próximamente y que harán que la marca produzca 2,1 millones de botellas de vino. De aquella primera etapa, Álvarez recordó que era una bodega creada en 1864 y que vendía en cinco países, por el camino se ha llegado a esas seis bodegas y a vender en 150 países. La idea del crecimiento es «tratar de hacer lo mejor posible», porque «todo lo que hacemos siempre se podrá mejorar» y además enseñar el producto porque «si no, nadie te va a comprar».
En este sentido, Álvarez señaló la importancia de «la calidad», que parte de contar, en su empresa, con una buena uva, la materia prima, que termine produciendo un gran vino. «Cada viña es un mundo y cada año es un mundo, y muchos años hay que renunciar a la producción de algunas parcelas al considerar que no son de alta calidad». Como ejemplo, indicó que nunca se usa la uva de vinos menores de 11 años.
Foto de familia de los intervinientes en el foro organizado por Globalcaja y La Tribuna - Foto: Rueda VillaverdeAdemás, recordó la importancia de la novedad, al apuntar que este año, Vega Sicilia certificó vino como ecológico, aunque «hace 37 años decidimos no utilizar herbicida», con una idea de que se produjera vino de la forma natural.
Por último, recordó el cuidado del producto en la zona de Ribera del Duero, donde nace Vega Sicilia. Un territorio donde puede haber heladas hasta el mes de mayo y también en septiembre, para lo que optaron por invertir en máquinas antiheladas, que se amortizan gracias a la calidad y al precio de las botellas de la marca.
«Todo va encaminado a producir mayor calidad, no solo en la viña, sino en nuestras bodegas» con la idea de que «cada vino sea el mejor vino, en cada bodega en la que estamos». Para lograrlo apuntó que la clave son «el tiempo, paciencia y mucho trabajo».
visitar al cliente. La segunda parte de la exportación se centra en enseñar ese producto de alta calidad. Por este motivo, cuando la familia Álvarez llegó a Vega Sicilia, lo que hizo fue reformar «el sistema de comercialización y empezamos a viajar». Primero lo hizo él mismo, «viajé hasta 130 días al año por todo el mundo». Dijo y ahora cuentan con cinco personas que llevan sus vinos, los enseñan y una bodega que visitan cientos de personas al año. «Es necesario enseñar lo que se hace porque si no se te conoce no te compran».
Para Álvarez esta es la clave, remarcando la perseverancia, porque, Vega Sicilia tiene todo vendido, pero siguen viajando mostrando sus productos, porque ese trabajo es el que permite vender toda la producción. «Los clientes quieren ver quién está detrás» y recordó que ese es el problema de muchas bodegas, que no muestran sus productos, o del aceite, con muchos extranjeros que destacan la producción italiana y desconocen la española. «La culpa la tenemos nosotros», porque, avisó, «es necesario enseñar nuestros productos».