Elisa Belmonte y sus alumnos ofrecen un excelente concierto

Emilio Martínez
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a soprano y profesora también fue la responsable de la organización del recital en el Teatro Bauer

Elisa Belmonte posa con todas sus alumnos en el Teatro Bauer. - Foto: Emilio Martínez

«Soy una insensata». Tal fue la sorprendente confesión en directo, cargada de humor, de Elisa Belmonte, tras encargarse de preparar, coordinar y presentar un extraordinario concierto con algunos de sus mejores alumnos, varios de ellos de gran relieve profesional en España y fuera. Aconteció la semana pasada en el Teatro Bauer, sede de la Escuela Superior de Canto, de la que la albacetense es catedrática. De inmediato a autocalificarse de esta guisa, explicó al extrañado público que llenaba el prestigioso recinto su valentía «porque lo normal es no hablar nada antes de cantar y ya ven ustedes que estoy presentando y pendiente de todos los detalles». Máxime cuando la albacetense, también DEA en Musicología por la Complutense, actuó a dúo con el consagrado José Julián Frontal, pupilo suyo actualmente en Máster de Música Española.

Claro que con la calidad y oficio de Elisa, bordó el dúo ¡Qué tiempos aquellos!, de la zarzuela de Pablo Sorozábal Los Gavilanes. Un dúo que al margen de la dificultad vocal exige una interpretación actoral en la que también se lucieron ambos -al igual que la pianista Alexandra Andreeva, igualmente alumna de la albacetense en el Máster-, como demostraron los asistentes puestos en pie con su restallar de palmas durante bastante tiempo. Varios de ellos comentaban, al término del conciertazo, la perfecta organización del mismo.

Y es que la paisana, por supuesto sin perder ni un día de clase ni de otras de sus muchas actividades y actuaciones como soprano y profesora, había dedicado con anterioridad varias semanas para este evento bajo la denominación de Audición Alumnado de Grado y Máster. De la canción de Salón del siglo XIX a la Ópera del XX.

Fue un concierto dividido en dos partes que, por fortuna para el disfrute del público -entre el que había muchos otros profesionales de la música, lo cual elevaba la exigencia- se alargó en cerca de dos horas con un brevísimo descanso en el que Elisa no paró de moverse entre el palco en el que estaban los alumnos y las bambalinas y asegurarse de que todo estaba en orden, incluyendo el sonido y la iluminación.

En la primera parte se ofreció una mezcolanza de temas clásicos, como el Aria de Concierto 520, de Mozart, y el Lieder Opus 32, de Brahms, y mayormente de óperas famosas. Con triplete del propio Mozart, merced a La flauta mágica, Don Giovanni y Cosí fan tutte; doblete de Puccini, con Tosca y Suor Angélica, y por último Luisa Miller, de Verdi. Antes de la zarzuela, ya en la segunda parte, Elisa había dejado huecos para unos bellos temas que difícilmente entran en los programas, como son los que se agrupan bajo dos nombres. El de  Canción de Salón del siglo XIX, representada con Juanita o la perla de Aragón, de Sebastián Iradier, y Canciones Clásicas españolas, a través de El majo celoso, de Fernando J. Obradors. 

Tras lo cual y de inmediato se dio paso al género lírico español con un buen número de ejemplos del mismo. Primero saliendo al escenario -acompañados por los pianistas Leonor Salinero y Gianpaolo Vadurro- los alumnos de Grado en Canto a los que Elisa les da clase, que fueron las sopranos Francesca Silveri (italiana), Laura Cobos y María Vidal; la mezzosoprano Sofía Hvid-Hansen (sueca), el tenor David Romero y el barítono Enrique Torres. Ellos se encargaron de piezas de La Marchenera y Maravilla, de Moreno Torroba, y Adiós a la Bohemia, de Sorozábal.          

Si el nivel de todos ellos fue muy alto, de sobresaliente, como demostraron los aplausos del público al término del canto de cada una de las piezas, la explosión y las matrículas de honor llegaron para el final. Ya que era el turno programado de los alumnos de Máster en Música Española, bajo la tutela de Elisa, con dos de los más destacados profesionales de nuestro país como ratifica el hecho de que ambos han pisado los escenarios más importantes e incluso algunos del extranjero: el ya citado barítono José Julián Frontal y el tenor Quintín Bueno. Acompañados de otras dos excelentes pianistas, ambas también realizando el Máster, como la ya mencionada Alexandra Andreeva (rusa) y Carolina Hernández. Y con la excepcional presencia igualmente de otra de las sopranos profesionales de mayor consideración actual, Aida Turganbayeva, de Turkmenistán, también pupila de la albaceteña en otras lides.

Coro con el público. Entre todos ellos y ellas, de manera individual o a dúo, se repartieron trozos de 'Los Gavilanes', de Jacinto Guerrero; 'La Generala', de Amadeo Vives; 'Los pescadores de perlas', de Georges Bizet; 'Las canciones soñadas', de Javier Centeno -con letra del propio Frontal-, y el ya mencionado e "insensato" atrevimiento de Elisa con Frontal de 'La del manojo de rosas'.

A petición del público, no podía faltar un bis, eligiendo sobre la marcha la albaceteña el conocido coro del 'A beber y apurar' de la ópera 'Marina', de Emilio Arrieta, con Frontal y Bueno de solistas, y el resto de intérpretes haciendo de coro, junto a los espectadores que, a petición de Elisa, se atrevieron, llegando así a un apoteósico y divertido cierre del concierto.

Como es lógico, y así lo declaró a La Tribuna de Albacete al término de este gran recital, la satisfacción le desbordaba a la soprano y profesora por todos los poros. No sólo por el éxito de la cita que acababa de protagonizar con sus alumnos, sino «por el orgullo de ver el gran nivel que tienen tanto los de Grado como los del Máster», cual comentaba. Máxime cuando varios de ellos ya se ganan la vida,  e incluso imponiéndose en valiosos  concursos como Milan Perisic, sobradamente aquí y fuera. 

Aunque, como eterna gran defensora de nuestro género lírico - «más valorado a veces más allá de nuestras fronteras», denuncia-, le duelen tantos ejemplos negativos al respecto a los que podía referirse y de los que apunta uno. «Ahora mismo en Madrid hay 13 musicales extranjeros en la cartelera y sin embargo sólo una zarzuela en su Teatro Nacional, además con muy pocas funciones».

La actualidad profesional de la polifacética albaceteña, que el pasado sábado 2 salió en el Telediario de TVE hablando del centenario de María Callas, abarcó unos días antes -en su condición de Doctora en Ciencias Médicas  por la Universidad de Castilla-La Mancha- su participación en el Seminario de Voz. Fue realizado en la Facultad de Medicina de la Complutense con motivo de la Semana de la Ciencia, participando estudiantes de Anatomía de los dos primeros cursos de la carrera.