Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


La hora del Alba

30/05/2023

Este sábado, el Albacete Balompié jugará un partido decisivo en la promoción hacia la División de Honor. El Levante, equipo rival, nos trae algún sentido recuerdo. Entre ellos, asistir en 1973 a un partido entre el Levante y el Córdoba, ambos en Segunda, en su recién inaugurado Nuevo Estadio, el mejor de España en aquel tiempo. Allí nos fuimos con los Salesianos de Albacete de la mano del mejor maestro que he tenido, Severiano Landete, exjugador blanco. Entonces el estadio levantinista se ubicaba en un descampado inmenso a las afueras de la querida Valencia. Recuerdo cómo don Joaquín, el chófer del bus de los Salesianos, lo aparcó en un bancal frente al entonces llamado Nuevo Estadio. Hoy en día, el campo está rodeado de viviendas y es uno de los barrios más prósperos de Valencia. Allí nos jugaremos la vuelta. En un ejercicio de entrega, valía y eficiencia, que será siempre recordado, el Albacete ha cuajado una temporada para el recuerdo. Y sé que el mérito principal es de un entrenador que ve el fútbol moderno y lo aplica, como es Rubén Albés y también de un equipo conjuntado de jugadores bien fichados. Y por eso el aplauso hay que extenderlo a la dirección deportiva comandada por Alfonso Serrano que ha sabido fichar bien y con cabeza. Pero no quiero dejar atrás a dos personas que considero han sido fundamentales en este éxito. Por una parte, Víctor Varela, un malagueño que ha sabido ganarnos el corazón a los albacetenses. Y la otra es el presidente Georges Kabchi, quien se ha jugado su dinero para confeccionar un equipo deportivo y técnico excelente. Ya está el toro de la Primera división en el ruedo del Carlos Belmonte. Igual que lo estuvo en aquella magnífica temporada del 2018-2019, pero pinchamos lamentablemente en hueso ante el Mallorca. Permítanme, Rubén y jugadores, un consejo taurino para el sábado: «Cuando tienes el triunfo en la mano, hay que cuadrar, tirar la moneda al aire e irse detrás de la espada a morir en el intento». No hay otra. Llegó la hora de la verdad, la del Alba. A por todas.