El local Cervecería Tierra de calle Gaona 16 de la capital, acogió la presentación de A veces las voces, un poemario coral el grupo poético-escénico Las Sin Rostro: María Andrés, Elena Casado, Blanca Férriz, Candela Herrero, Carmen Montesinos y Elsa Moreno, que comentó a La Tribuna de Albacete como surgió el colectivo, así como la edición.

¿Por qué decidieron formar Las Sin Rostro?

No hubo, en principio ninguna pretensión, simplemente nos juntamos a raíz de un encargo de la Biblioteca Municipal de Valencia, en octubre de 2020, con la idea de un recital diferente. Un grupo de mujeres, que nos conocíamos de distintos recitales, nos juntamos y fuimos dándole una vuelta a la idea de una puesta en escena diferente. A partir de ese recital, donde estuvimos tan conectadas y cómodas, que gustó tanto, comenzamos a verle el sentido a formar un grupo. Iniciamos la andadura con la idea de romper las estructuras ortodoxas de lo que son los recitales y después, nos dimos cuenta que teníamos muchas historias que contar desde una perspectiva de género.

¿Muy activo?

Sí, pero hemos decidido centrarnos en el poemario, que se publicó en mayo, hace poco más de un mes, y estamos presentándolo. 

¿Hay un hilo conductor, un vínculo, en la poesía de las seis integrantes?

Pues sí, el elemento de la voz. En el primer espectáculo que hicimos partíamos del cuerpo, desde la imagen y la fisicidad, para ver cada una qué textos podía generar. Partiendo así de la voz, cada uno generó sus propios textos y nos dimos cuenta que siendo seis poetas, apareciendo seis textos de cada una en el libro, en la diversidad de temáticas, había tres ejes principales en los que coincidíamos, la voz individual, la de la otra persona y cómo influye en una misma, y la voz social. 

¿Un colectivo abierto?

Por el momento sí es cerrado, somos seis poetas, pero hacemos actividades con otras personas, desde micros abiertos, a voces de otras ciudades. También hemos generado una plataforma con poetas de otras ciudades. En ese sentido, es un colectivo abierto. 

¿Satisfechas de le edición de A veces las voces?

Por supuesto. Para nosotras es muy importante. Un libro que podemos entregar, mirar tocar, una obra de nuestro colectivo, con nuestros trabajos. 

¿Voces complementarias las de las seis poetas?

Son voces completamente diferentes, somos un grupo ecléctico a la hora de escribir, como reflejo de la diversidad de las voces. 

¿Todas con marcado carácter feminista?

El feminismo no aparece desde una reivindicación explícita, pero si que es transversal en todos nuestros poemas y todas nuestras acciones. Somos un grupo de seis mujeres muy concienciadas con el feminismo y muy activas en la lucha. Aunque no escribamos directamente sobre feminismo, sí que nuestras experiencias están atravesadas y eso se refleja en los textos. 

¿Cómo es su poesía?

Yo sí que hago una poesía bastante íntima, personal. Hablo desde mis experiencias, miedos y emociones. Suelo escribir desde mi persona. En el lenguaje que utilizo, aparecen unas metáforas más simbólicas. Cuando el lenguaje es directo, lo es a conciencia en muchas ocasiones. 

¿A quién va dirigido el poemario A veces las voces?

Pues con este poemario creo que se puede sentir identificado un público de una sensibilidad artística. Personas con cierta sensibilidad, diríamos, pero sí que es cierto que es una poesía muy accesible y no es necesario que lleves muchos años leyendo poesía para poder entender y empatizar con nuestro poemario.  Se identifica mucho la gente joven, que nos sigue por las redes sociales, personas afines, aunque no estén tan metidas en la poesía y nos siguen por otras razones. Nos comentan mucho que a través de nuestro poemario han descubierto la poesía y eso nos llena de satisfacción. Es un poesía muy diversa, por las propias voces. 

¿Dónde está disponible?

En la web de Postdata Ediciones y también se puede encargar en cualquier librería de confianza.