Ha salido publicado el informe PISA (Programme for International Student Assesment), medidor de conocimientos de los chavales, una vez concluida la ESO, en el que concurren más de 80 países.
Toca tres grandes áreas: Matemáticas, Lectura y Ciencias.
En Matemáticas siempre golean los japoneses y coreanos; será por inventar el sodoku, ábaco, aplicar sistemáticamente el pensamiento estratégico o acumular tantos clubes de matemáticas como España de fútbol… en Occidente barre Estonia, ese país milagroso que tiene más empresas emergentes por persona que Silicon Valley, donde registrar un negocio cuesta 18 minutos y hacer la declaración de la renta cinco. España se mantiene en la media de la Unión Europea y de la OCDE. Algunas comunidades autónomas están muy por encima de la media; Castilla y León obtiene un dignísimo quinto puesto; Castilla-La Mancha está por debajo de la media y es de las que más baja respecto a la anterior medición, aunque no estamos tan deprimidos como Canarias, Ceuta o Melilla.
En Lectura gana Irlanda, lo cual seguramente es achacable a ser cuna de Joyce y Beckett, ya que a quien logra hilar una lectura comprensiva del Finnegans Wake y de la última cinta de Krapp sin morir en el intento se le puede amenazar con el libro que sea. El rendimiento de España y de Castilla La Mancha es parejo a lo dicho para las Matemáticas. Sí que podría preocupar que en los niveles altos de rendimiento en lectura el porcentaje en España es inferior a los del Promedio OCDE y Total UE, siendo una de las comunidades con proporción más baja Castilla-La Mancha.
Somos posiblemente la comunidad autónoma con mayor número de clubes de lectura de España, lo cual es muy loable, y motivo sobrado para hacer un monumento, o dos, a las bibliotecarias de la región, pero ¿cuántos de esos clubes son juveniles? Creo que padres, instituciones y sociedad debemos a los jóvenes una reflexión en este sentido.
En Ciencias, de nuevo, la Champions la juegan Japón, Corea y Estonia. España no presenta diferencias estadísticamente significativas con los promedios OCDE y Total UE, y Castilla-La Mancha se mantiene también por debajo de esa media no muy descolgada, aunque chirría, al igual que en Lectura, el muy escaso alumnado en los niveles altos de rendimiento.
También es llamativo como en todos los países, salvo Suecia, la ansiedad matemática, curioso término, es significativamente mayor en chicas que chicos; Castilla-La Mancha es, junto a Galicia, la comunidad en que más se manifiesta este miedo a enfrentarse a la materia, lo cual ya noté yo la semana pasada cuando mi hija me tiró la silla seis veces el día anterior de examinarse de Matemáticas frente a las únicamente dos de la semana previa, que se examinaba de Historia… sigue la preocupante brecha psicológica chicas chicos en Ciencias Puras. Trabajemos en ello, pero tampoco nos volvamos locos. A fin de cuentas, la Estadística es esa ciencia que todos retorcemos en ocasiones en busca de autoafirmación, cuando no de consuelo.