Juzgan a un hombre que intentó matar a otro con un hacha

Josechu Guillamón
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La Fiscalía solicita una pena de nueve años y nueve meses de cárcel para el acusado, ya que considera que también agredió a los agentes de Policía y falsificó la matrícula de su vehículo

Imagen de como quedó el vehículo de la víctima. - Foto: CNP

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial juzgará el próximo lunes, 12 de junio, a un hombre que se enfrenta a nueve años y nueve meses de cárcel por intentar matar a otro con un hacha, atentar y lesionar a agentes de Policía y falsificar la matrícula de su coche.

Además la Fiscalía pide también penas de multa por otras lesiones y por los daños materiales que causó.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, sobre las 15 horas del 25 de junio de 2019, el procesado, J.M.G.P.,  cuando circulaba conduciendo su automóvil por la avenida Primera del Polígono Industrial Campollano de Albacete, se cruzó con B.L.L., que circulaba conduciendo su vehículo.

Por motivos no suficientemente esclarecidos, al parecer relacionados con su pareja sentimental, el procesado, al percartarse de quien era el conductor que venía de frente, primero intentó embestir el vehículo del denunciante, no consiguiendo su propósito, por lo que dio la vuelta y comenzó a seguirlo, hasta que al llegar a una calle sin salida, B.L.L. tuvo que detener su vehículo, bajando el procesado de su automóvil esgrimiendo un hacha, con la que empezó a golpear el cristal, el capó y la puesta delantera derecha del automóvil, a la vez que decía a B.L.L. que lo iba a matar y también a su hijo y a su familia.

El procesado se dirigió a la parte izquierda del automóvil, procediendo, con ánimo de acabar con su vida a lanzarle un hachazo en la cara a B.L.L., que tuvo que interponer su mano derecha, para evitar que el hachazo le alcanzara la cabeza.

Como consecuencia de la agrasión, B.L.L. sufrió lesiones consistentes en herida inciso contusa en la cara extensora de la mano derecha, que requirieron para su sanidad de tratamiento quirúrgico, consistente en sutura de la herida, habiéndo sanado en 38 días.

El vehículo propiedad de la víctima sufrió desperfectos, cuyo coste de reparación fue de 985,59 euros.

Atentado. Cuando los agentes de la Policía Nacional se personaron en el lugar donde acababa de perpetrarse la agresión, al percatarse el acusado de su presencia, reaccionó diciéndoles que se marcharan de allí, que estaba ayudando a la víctima y que allí no había pasado nada, negándose reiteradamente a apagar el motor de su vehículo, llegando a amenazar de muerte a uno de los agentes, que intentó introducir la mano por la ventanilla delantera izquierda del vehículo, para quitar la llave de contacto y parar el motor.

Ante este gesto del policía, el acusado reaccionó de forma violenta, propinándole un puñetazo al agente y un mordisco en el brazo a otro policía, que se acercó a intentar auxiliar a su compañero, teniendo el procesado que ser reducido, con la intervención de los agentes integrantes de la patrulla.

Como consecuencia de la agresión del acusado uno de los agentes sufrió un traumatismo en la mándibula y herídas en la boca y en la mano derecha, que curaron a los ocho días. En cuanto al otro agente sufrió hematomas y abrasiones como consecuencia de la mordedura, de los que curó a los 20 días. Además el acusado rompió las gafas de sol de uno de los policías, valoradas en 1.289 euros.

Una vez que el acusado fue detenido, durante su traslado a dependencias policiales, comenzó a golpear el ventilador ubicado en la mampara protectora del vehículo, rompiéndolo.

Además el acusado había alterado, de forma intencionada, con un rotulador o con pintura los números tres y nueve de la matrícula de su coche convirtiéndolos en ochos.

En el momento de los hechos, el procesado presentaba un cuadro de trastorno por consumo de sustancias estupefacientes de bajo nivel, que no alteraban sus facultades cognitivas y volitivas y que, por tanto, no le impedían conocer la ilicitud de sus actos.

El procesado estuvo en situación de prisión provisional por la presente causa desde el día  de los hechos en el que fue detenido hasta 20 de abril de 2020, fecha en la que se acordó la libertad provisional del procesado. 

Cabe destacar que, en esa fecha de puesta en libertad, se le impuso al procesado la medida cautelar de prohibición de aproximación y comunicación, con respecto del denunciante.