«Estas viñetas son de vocación atemporal»

Antonio Díaz
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El Salón de Plenos del Museo Municipal de Albacete acogió la presentación de La ventana indiscreta, el nuevo libro recopilatorio de Puebla, con las intervenciones de Ramiro López y Esther Ruiz

José Manuel Puebla. - Foto: Juan Carlos Navarro.

El Salón de Plenos del Museo Municipal de Albacete acogió la presentación  de  La ventana indiscreta, el nuevo libro recopilatorio de Puebla, con las intervenciones de Ramiro López y Esther Ruiz. José Manuel Puebla comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de la obra, con prólogo de José Luis Garci. 

El título ya da algunas pistas. ¿Un homenaje a Hitchcock?

Sí, precisamente en esa película, La ventana indiscreta, me veía identificado con el papel que desempeña James Stewart en la ventana. Yo me veo ahí, también, viendo todo lo que pasa alrededor, en esta sociedad. Una vez que decidimos que se iba a llamar La ventana indiscreta y como estaba encantado de que Garci me hiciese el prólogo, decidimos hacer un guiño cinéfilo y vimos la posibilidad, animado por el editor, de que las diferentes secciones del libro, por ejemplo, en vez de Economía, que fuera La soga y así hemos jugado con diferentes título de las películas de Alfred Hitchcock. 

¿Qué le interesa reflejar en su trabajo?

En este libro concretamente, los nombres y apellidos de los políticos quedan aparte. Estas son viñetas de vocación atemporal. Lo que intento, en estos años que hemos vivido, tan convulsos, he visto la necesidad de intentar repartir interrogantes, de que se dude de lo que llega, que se contraste y se vea de dónde vienen las cosas. Una de las grandes luchas es buscar un periodismo que contraste la información. A veces, no quieres leer un periódico tradicional y, luego, consumes cualquier cosa que te llega sin firmar. Ese análisis de la sociedad va en paralelo a muchas cosas que nos están pasando. Hay personajes que he ideado para La ventana indiscreta, que son recurrentes, como un chamán u otro, que está sentado en un banco y suelta sus reflexiones. Siempre dejando la idea que tenemos que filtrar, con humor.  

¿Siempre hay que filtrar el  humor?

Unas viñetas en las que vaya unido el humor y la reflexión. 

¿Es más complicado hacer periodismo a través del humor gráfico?

Eempecé en esto porque me gustaba dibujar. Lo de dibujante vino primero, pero cuando uno va conociendo el tema del periodismo, es la manera de meterme en un mundo que me gusta y que da mucho, porque creo que a través del humor se puede contar la actualidad, de una manera que no te golpeé tan fuerte, que te llegue, pero que el humor te sirva de bálsamo, porque creo que algunas cosas no se aguantarían. Es un humor que se hace, dibujando, a través de noticias contrastadas, de los profesionales, con su firma, de compañeros. Yo hago mi aportación. 

¿Todos los días hace viñetas para prensa?, ¿complicado?

Son dos todos los días. Uno empieza de buena mañana y se va informando de todo lo susceptible para hacer la viñeta, estoy abierto a todo. Luego, depende del toque, lo mando para el ABC o a La Verdad. A veces, estamos hablando todos de lo mismo y, con una pequeña diferencia, van a uno u otro sitio. Hay una hora de entrega, claro, siempre pretendo que todo llegue con la misma calidad. A veces, estás cuatro horas, con un tema y no sale, lo borro todo y, en media hora salgo con algo más fresco y resulta que llega más. En todo caso, son muchas horas.  

¿Qué diferencias hay de su anterior libro con La ventana indiscreta?

El anterior marca la tendencia a este tipo de viñetas que son atemporales, con los personajes políticos, con nombres y apellidos, se quedan fuera y se van tocando otras cosas que nosotros podemos abordar como ciudadanos. En los últimos años, lo que más me preocupa es la polarización de los partidos políticos y cómo esto ha ido repercutiendo en la sociedad.  Sí que llega y afecta a las relaciones y parece que a los políticos le interesa, para llevarnos por aquí o por allí. La ventana indiscreta viene también de leer un libro de Gustave Le Bon, de uno de sus tratados sobre la psicología de las masas, que es apasionante, te atrapa de la primera a la última página.