«La verdad es que me identifico con la danza española»

Antonio Díaz
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Lucía Argandoña Moreno es más que una promesa de la danza. La jovencísima bailarina, 18 años, estudio en el Conservatorio Profesional de Danza José Antonio Ruiz de Albacete, la especialidad de Danza Española con Matrícula de Honor

Lucía Argandoña Moreno. - Foto: José Miguel Esparcia

Lucía Argandoña Moreno es más que una promesa de la danza. La jovencísima bailarina, 18 años, estudio en el Conservatorio Profesional de Danza José Antonio Ruiz de Albacete, la especialidad de Danza Española con Matrícula de Honor  y  ahora   continúa su formación en el Conservatorio Superior de Danza María de  Ávila, de Madrid, además de dar sus primeros pasos en una compañía.  

¿Cómo fueron esos estudios en el José Antonio Ruiz?

La verdad es que no me di cuenta del trabajo de todo el año, que se vio reflejado luego en las Matrículas, pero no fue nada premeditado, simplemente quería aprender, formarme y como es mi pasión, lo que más me gusta, siempre he intentado dar lo máximo, cada día. 

¿Por qué eligió la especialidad de Danza Española?

Lo tenía pensado desde el principio, porque la danza española es muy rica y todas sus ramas me gustan. Me interesa bailar y aprender todo, entonces, la verdad es que me identifico con la danza española, es la que me permite expresarme mejor. Es única, tiene carácter, personalidad y siento que es donde mejor puedo expresarme.  

Tiene varios campos.

Sí, Danza estilizada, Escuela bolera y Folclore. Me gusta todo y siempre he sido muy de escuela bolera, que me atrae.  

¿Fue difícil compaginar sus estudios con los de danza?

Empecé a bailar en academia con cuatro años, en la Escuela Charo Lara. A los 12 años entré en el Conservatorio y en primero de ESO. Lo llevaba a a par, lo hice en el Diego de Siloé. Fue duro, de mucho estudio y de horarios cambiados. Para la gente que lo ve desde fuera es una locura, hay que sacrificar muchas horas de ocio, pero es cuestión de organización, sólo eso. Mi familia siempre me ha apoyado, así como mis amigas. 

Decidió que quería continuar ese camino...

Sí, lo tenía claro desde siempre y el año pasado fue la decisión final, pensé que quería dedicarme a esto y decidí seguir mi camino. Me gradué e hice las pruebas para entrar en el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila, que está en Madrid. Las superé y ahora estoy en primero de Pedagogía de Danza Española, en el Conservatorio. Son otros  cuatro años.   

¿Cómo va el curso?

Estoy muy contenta, porque al final es especificarme y aprender muchísimo más, de una manera inimaginable. Es una carrera universitaria, con asignaturas específicas y clases prácticas, con los mejores maestros. También tenemos psicología, metodología, arte e historia de la danza. Entonces es diferente.  

¿Por qué eligió Pedagogía de la Danza española?

Es cierto que, en un futuro, me gustaría bailar todo lo que pueda y más, entrar en compañías, pero también me veo enseñando, transmitiendo lo mejor que pueda. Eso lo he vivido desde que era pequeña, porque mi madre es profesora de danza y es algo que he visto y experimentado desde niña. Transmitir la danza, enseñarla, me parece una labor impresionante y quiero continuar, porque lo he visto en mis profesores, ya desde los cuatro años y en el Conservatorio, la pasión, entrega y vocación. Creo que es la mejor manera de expresar lo bonito que es bailar y lo maravilloso de la danza. 

¿Dónde le gustaría ir?

La danza española es única, eso te condiciona, porque no hay compañías fuera y te limitas a lo que hay, que tampoco es gran cosa, aunque ahora se están formando más compañías. Está el Ballet Nacional  de España, donde están los mejores, es la única compañía avalada por el Gobierno. Me gustaría audicionar para cualquier compañía y el Ballet Nacional sería la meta final, pero iremos día a día.   

¿Compagina los estudios con una compañía?

Sí, estoy en la Compañía Joven Miguel Marchán de Madrid. Parece que, poco a poco me voy abriendo camino, pasito a pasito. Es una compañía en la que estamos aprendiendo, pero también está orientada a que bailemos, es una forma de entrar en contacto con la escena de una manera diferente. Es muy importante y emocionante. 

ARCHIVADO EN: ESO, Madrid, Ávila, España