Beatriz Belmar Madrid nació en Albacete capital hace 26 años, donde realizó sus estudios en el Colegio Compañía de María. Posteriormente estudió Derecho y ADE (Administración y Dirección de Empresas) en Icade (Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas) en Madrid, carrera de cinco años de duración, que finalizó en 2020. Tras una dura preparación se ha convertido en la primera registradora de la propiedad de Castilla-La Mancha y la segunda de España en aprobar la oposición a la primera.

¿Cuándo decidió que quería ser registradora de la propiedad?

La verdad es que lo decidí en el último momento, en el último año de carrera, cuando yo ya había hecho prácticas en diferentes sitios y tenía una visión un poco más realista de lo que era el mundo laboral y me decidí aunque opositar era una opción que nunca me había planteado, a pesar de que mi madre es registradora. Precisamente por eso, opositar lo veía como algo demasiado duro, muy difícil de conseguir y me daba miedo. Cuando llegó la hora de la verdad, de tener que decidir, al terminar la carrera no me vi haciendo otra cosa y al final me lancé a la piscina y me decidí a opositar, aunque todo el mundo que oposita sabe que no hay ninguna garantía de nada.

Hay muchas personas que quieren ser funcionarias por la tranquilidad que da ser funcionario, ¿influyó más esa tranquilidad o el sueldo que tienen los registradores?

Yo diría que ninguna de las dos cosas, lo que me influyó es que a mí me gustaba muchísimo la materia que iba a ser objeto de estudio, porque el derecho civil, el derecho privado, durante la carrera me encantó y para mí era un factor importante. También en mi caso, el haber visto como es el ejercicio de la profesión desde dentro, desde una figura cercana como era mi madre, a mí me atraía. En su momento, no pensé ni en el sueldo, ni el hecho de ser funcionario a la hora de opositar, simplemente pensé en que me veía haciendo yo el resto de mi vida y al final son muchas horas, como para dedicarte a algo que no te resulte atractivo.

Se decidió a opositar en el último momento, ¿tenía pensado dedicarse a otra cosa, como ejercer de abogada?

A mi aunque también estudié ADE, me encantaba el Derecho, tenía una vocación muy clara por el Derecho y siempre me había planteado ejercer como abogada, mi padre es abogado y era una profesión que también me encantaba. De hecho, estuve haciendo prácticas en despachos, pero, a pesar de que me gustó mucho el ejercicio, creo que no era exactamente lo que yo me había imaginado, entonces, a partir de ahí, fue cuando empecé a buscar otras alternativas.

Como ha comentado, sí que le dio cierto reparo el presentarse a una oposición de tanta dificultad.

Claro, me dio mucho reparo, porque yo conocía la experiencia de mi madre, me parecía durísima, además es un temario muy amplio, los exámenes son exigentes, pero como cualquier oposición tiene que ser dura.

¿Cuál es el tiempo medio habitual que tarda un opositor en aprobar el examen de registrador de la propiedad?

Ahora mismo la media para aprobar la oposición de registrador son seis o siete años.

¿Esperaba ser la primera registradora de la propiedad de Castilla-La Mancha y la segunda de España en aprobar la oposición a la primera?

La oposición se convoca cada dos años y la gente que se plantea opositar lo tiene en cuenta, porque no es que suspendas y al año siguiente tienes otra convocatoria, además está la dificultad añadida de que si suspendes tienes que esperar dos años. Desde luego no esperaba aprobar a la primera, creo que no es algo que se planee, tu haces lo que puedes en cada examen que tienes y puedes tener suerte, como me pasó a mí, creo que no es algo que esté determinado por la voluntad del opositor.

¿Entonces ha tenido suerte en el examen?

Desde luego, no creo que se pueda aprobar sin tener suerte.

Tampoco se puede aprobar un examen como este sin estudiar.

Hay mucha gente muy inteligente, pero una persona normal como yo tiene que estudiar mucho y sacrificar muchas cosas de la vida diaria, para al final llegar a la meta.

¿Qué es lo más difícil a la hora de preparar una oposición de estas características?

Yo creo que lo más difícil es el sacrificio que haces cuando renuncias a ver a tu familia, ver a tus amigos y tener esa sensación de que no puedes dedicar todo el tiempo que te gustaría a lo que a ti te parece importante, como por ejemplo la familia y los amigos. Yo, por ejemplo, en esta convocatoria, en Navidad no fui a casa, son sacrificios que son necesarios, pero que en el momento son muy duros, porque ves a tu alrededor que el resto de la gente sigue con su vida, que hace planes y, cuando uno oposita, no puede permitirse hacer planes a largo plazo, porque no sabes si vas a estar estudiando, no sabes qué va a pasar. Han sido dos años duros.

¿Cuántas personas se presentaron al examen?, ¿cuántas plazas se ofertaban?

Firmaron la convocatoria 625 personas y al final hay 45 plazas por el turno general y cinco por el turno de discapacidad y en total hemos aprobado 46 personas.

¿Le fue difícil imponer el hábito de estudio?

Imponer el hábito de estudio no me resultó difícil, porque yo ya en la carrera tenía un hábito de estudio, pero lo que si me costó es adaptarme al método de estudio en la oposición, porque en esta oposición se exige mucha literalidad en los artículos y a mí me resultó muy difícil de alcanzar. Además hay que ser muy preciso con el tiempo, porque los exámenes orales son de 60 minutos y hay que controlar mucho el tiempo que le dedicas a cada tema, dentro de cada tema el tiempo que le dedicas a cada materia y eso me costó más llegar a dominarlo.

¿Qué recomendación haría a las personas que preparan oposiciones?

Yo lo que recomiendo a la hora de estudiar una oposición es no pensar nada en el examen, simplemente en cada momento en el que te sientas a estudiar hay que hacerlo lo mejor que puedas, yo creo que si haces eso, al final las cosas van saliendo, antes o después te saldrá bien.

Entiendo que hay que planteárselo como un trabajo, tienes un horario y hay que cumplirlo.

Exactamente, para opositar hay que respetar el tiempo de estudio como si fuera un trabajo y como me decía mi preparador, las horas de descanso también hay que respetarlas, porque sino corres el riesgo de quemarte y de abandonar antes de tiempo. Por tanto hay que tener presente que hay que estudiar mucho, pero también hay que respetar el tiempo de  descanso, dormir, comer, cosas que parecen muy básicas, pero que, a veces, cuando estamos agobiados, se nos olvida.

Aunque todo el mundo ha oído hablar de los registradores de la propiedad, entre otras cosas por el expresidente Mariano Rajoy, ¿qué es lo que hace exactamente un registrador de la propiedad?

Un registrador de la propiedad lo que hace es velar por la seguridad jurídica en relación con los bienes inmuebles, las casas donde vive la gente. Proporciona una información o una publicidad acerca de la titularidad y los derechos que recaen sobre los inmuebles y además la persona que inscribe su derecho en el Registro se encuentra protegido por la Ley. La inscritura en el Registro tiene unos efectos muy potentes frente a terceros, eso hace que quien tiene su derecho inscrito en el Registro quede protegido.

¿Sabe cuál será su primer destino como registradora de la propiedad?

No, de momento no sé nada, todavía no tenemos destino. El último examen lo hicimos el 1 de junio.

Supongo que estará nerviosa, porque le puede tocar en cualquier punto de España.

Sí, pero eso es lo de menos, después de lo que hemos pasado este tiempo, nos parece lo de menos.

¿Su idea es terminar trabajando en Albacete?

Si pudiera me encantaría trabajar en Albacete, lo que no sé es si va a haber algún Registro vacante.

¿Es difícil para un registrador cambiar de destino?

No es difícil, cada cierto tiempo sale un concurso y puedes cambiar, lo que pasa es que se elige en función del número del escalafón y yo ahora mismo seré la última del escalafón (risas).

En cualquier caso, a sus 26 años va a ser una de las registradoras de la propiedad más jóvenes de España.

Sí, pero hay más gente joven, voy a ser de las más jóvenes, pero no la única.

¿Son importantes los preparadores a la hora de aprobar?

La verdad es que quiero agradecer a mi preparador la atención absoluta que ha tenido conmigo en estos dos años. En general quiero reconocer la labor de la gente que ayuda a preparar oposiciones, porque hace un papel importantísimo en la oposición, que muchas veces no se ve, porque la gente piensa en los opositores, en los que aprueban, incluso en el Tribunal, pero a los preparadores pocas veces se les presta atención y creo que hay que dársela, porque se la merecen.

El opositor es un corredor de fondo, pero cuenta con ayuda.

Totalmente, sin el preparador, el opositor no es nadie, todos los que hemos opositado lo tenemos claro.