Una tromba de agua y granizo anegó la zona de Cenizate, donde en apenas 20 minutos cayeron 37 litros por metro cuadrado el pasado domingo a las 22 horas, momento en el que informaron de un aviso recibido fuentes del Servicio de Urgencias y Emergencias del 112.
Hay que indicar que bajaba un auténtico río por las arterias principales de la localidad que dañó parcelas en el campo y pese a «no ocasionar daños personales, las fuertes rachas de viento se llevaron un tejado de cinco viviendas y cortaron un pino en medio de una travesía», como explicó el alcalde Enrique Navarro a La Tribuna de Albacete, quién agregó que «se han dañado 15.000 hectáreas de viña, almendra y pistacho». Un total de cinco familias han sido desalojadas debido al desprendimiento del tejado de otras tantas viviendas originado por viento, en la calle José María Pemán con Pérez Galdós de la localidad.
Las cinco familias pudieron realojarse con familiares y amigos, según explicó el alcalde, Enrique Navarro, ya que «por el momento ninguna podrá volver a las viviendas, que no eran habitables, hasta que sean reparadas». Hasta el lugar de los hechos acudieron efectivos de la Guardia Civil y los bomberos de Casas Ibáñez.
Por otro lado, los diputados del Grupo Popular en la Diputación de Albacete, Bernardo Ortega y Antonio Martínez Alcalde, junto con el portavoz municipal del PP en Cenizate, Francisco Piqueras, conocieron de primera mano los daños ocasionados por una fuerte tormenta de agua, piedra y aire que en unos minutos arrasaron en la tarde noche del domingo las cosechas agrícolas de varios puntos de la comarca de La Manchuela.
Bernardo Ortega y Antonio Martínez trasladaron su solidaridad a los vecinos y agricultores de la zona, tras esta tormenta que ha dañado entre el 50% y el 100% de los cultivos de viña y almendro de Cenizate, además de haber causado destrozos en Golosoalvo, Fuentealbilla, Navas de Jorquera, Bormate y el término conquense de Ledaña. Ortega trasladó el compromiso del PP en su respaldo al sector agrícola de la provincia, cada vez más concienciado en la necesidad de asegurar las cosechas, en previsión de estas adversidades climatológicas que asolan el trabajo de todo un año, mucho más cuando la viña es la piedra angular de la economía local como es el caso de la comarca de La Manchuela.