Editorial

La siniestralidad laboral baja tras marcar cifras históricas

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Es labor de todos los agentes involucrados poner la máxima atención en intentar reducir las cifras de siniestralidad laboral

Cuando el año 2023 enfila su recta final, las cifras de siniestralidad laboral en la provincia de Albacete marcan un acusado descenso, de un 16% respecto a los datos de 2022, desde enero hasta final de septiembre. Según las estadísticas oficiales publicadas por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en los nueve primeros meses del año se produjeron 3.597 accidentes de trabajo asociados a una baja laboral, más de 600 menos que en el mismo período del año anterior. El 99,3% de los siniestros fueron considerados como leves, mientras que los graves descendieron de 37 en 2022 a 21 en 2023. En cuanto a los mortales, se mantienen en cinco en ambos años.

El mayor descenso de los accidentes laborales, un 64%, se corresponde al sector sanitario y de servicios sociales. Aquí está la clave de la caída de la siniestralidad en el trabajo. La causa es que en el año 2023 ya no hubo incapacidad temporal por contagio de Covid-19, que el año pasado provocó que la provincia batiese el récord de siniestralidad laboral y que en 2023 las cifras sean mucho más positivas.

Respecto a otras provincias, Albacete registró un descenso más acusado que en el conjunto de Castilla-La Mancha, donde se produjo una caída del 12,6%, mientras que en el total de España los accidentes en el trabajo bajaron un uno por ciento.

La pandemia marcó un antes y un después en todos los ámbitos de nuestra vida y el entorno laboral no iba a ser menos. El sector sanitario y de servicios sociales fue el que más sufrió y ahora vuelve a una relativa normalidad. Sin embargo, las cifras de accidentalidad laboral siguen siendo altas. Los cinco fallecidos -cuatro en centros de trabajo y uno in itinere- son un peaje muy alto en el entorno laboral.

Desde los sindicatos se piden más campañas de concienciación y es una medida positiva, pero complementaria a otras de mayor calado. La formación debe ser la piedra angular sobre la que debe descansar la seguridad laboral. En la mayor parte de los accidentes laborales aparecen malas prácticas y casi siempre es por falta de formación del trabajador para la tarea que se le encomienda. Por lo tanto, se debe hacer mayor hincapié en la formación de los trabajadores para minimizar riesgos, aunque siempre existirán de una forma u otra.

Nadie debería perder la vida en su puesto de trabajo, pero año tras año se producen siniestros. Es labor de todos los agentes involucrados -sindicatos, empresarios y administraciones públicas- poner la máxima atención en intentar reducir las cifras de siniestralidad laboral y deben ir de la mano para conseguir las muertes cero en el ámbito laboral.