«En estas suites se ve cómo Bach estaba experimentando»

Antonio Díaz
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Tony Millán, clavecín, regresa al Festival Internacional de Música Barroca, Femuba, para ofrecer Las suites inglesas, de J.S. Bach, en dos recitales

Tony Millán, clavecín. - Foto: Arturo Pérez

Tony Millán, clavecín, regresa al Festival Internacional de Música Barroca, Femuba, para ofrecer Las suites inglesas, de J.S. Bach, en dos recitales. Hoy, a las 20 horas, en la pista del Teatro Circo, interpretará la I,II y V. Mañana, a la misma hora, serán la III, IV y VI. El músico comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de estas obras.

¿Por qué dos días para interpretar Las suites inglesas?

Porque son seis suites las que compuso Juan Sebastian Bach y, como son un poquito largas, tocaré cada día tres, más una pequeña conferencia sobre las mismas. 

¿Cómo son?

Bach escribió tres ciclos de suites, Inglesas, Francesas y Partitas. Las ingresas son las primeras que compuso. Hombre, en su juventud compuso alguna suelta, pero como colección, esta es la primera y pertenecen a la época de Weimar, donde estuvo de 1708 a 1717, y son de entre 1712 y 1715, época en la que está desarrollando sus destrezas teclísticas, hace muchas  obras para órgano, y son muy virtuosísticas realmente.  

¿Muy complicadas también para tocar?

Sí, son muy complicadas, especialmente los preludios, que son muy largos. Compuso una, la primera, sobre modelos franceses, que es diferente, pero luego, las otras cinco, todas tienen un preludio  más largo y conforme van progresando las suites, el preludio es más largo la suite más difícil. Son preludios inspirados en los conciertos de Vivaldi, que es cuando los descubrió en esa época, la forma  del concierto de Vivaldi. Entonces, también tienen muchos contrastes. 

En obras como estas que interpretará, ¿hay espacio para el adorno, para la improvisación?

Sí, todas las obras de Bach son susceptibles de ser adornadas y tocadas de muchas maneras diferentes. Siempre tienen unas características enmarcadas por el carácter de cada danza, que está más o menos establecido en la época, pero dentro de eso, hay muchas maneras posibles, no es una cosa fija, estática. 

¿Cuáles son las favoritas de Tony Millán?

Bueno, a mí la que más me gusta es la sexta, la más rica de todas ellas, pero están muy bien. Hay muchos movimientos de todas que me gustan, por supuesto y es difícil quedarte con una. Es un viaje, desde la primera, que es muy armoniosa y melodiosa, hasta la última que es súper disonante y cromática. Realmente estas suites las compuso para aprender y se ve como va avanzando y haciéndolo cada vez más complicado.  

¿También para enseñar?

Por supuesto. Todas las obras de Bach se utilizan para enseñar y el las usaba. Por eso, las va retocando y perfeccionando a lo largo de su vida, no estas suites, todas sus obras.  En estas suites se ve cómo Bach estaba experimentando y probando.  

¿Cómo son estas piezas para el público, para el oyente?

Toda la música de Bach es muy variada y para nada aburrida. Cada danza es diferente, muy variada y especialmente en los preludios, muy dinámica, como son los conciertos de Vivaldi, muy marchosos, muy vitales.  

Además de la faceta docente, ¿qué proyectos tiene?

Quiero, para el próximo año hacer El arte de la fuga, de Bach, que es muy complicado, la última obra grande que me falta, porque el resto ya las he tocado muchas veces. Eso por un lado, desde el clave, pero luego me interesa mucho también el fortepiano, las sonatas de Mozart y Beethoven.