Alberto Pozo siempre ha sido un diestro modesto, tanto en su etapa de novillero como de matador de toros, cumpliéndose este año dos años desde su alternativa en San Lorenzo de la Parrilla, el 15 de agosto de 2021, enfrentándose a los legendarios toros de Miura, gesto que muy pocos toreros han tenido el día de su alternativa, pues fue el tercero que lo hizo, tras Antonio Bienvenida en 1942 y Fermín Murillo en 1957, aunque ocho días después de que la tomara Alberto Pozo, fue Cristóbal Reyes quien se doctoró con esos toros en Sanlúcar de Barrameda.
Un torero distinto que en 2023 sólo se vistió de luces en una ocasión, en la localidad turolense de Calamocha, con algunos festivales y direcciones de lidia en la sierra, es el bagaje de este humilde diestro que tiene capacidad para metas mayores. Aún así, no pierde la ilusión, porque compagina el toro con el trabajo y por ello, torea por pura afición.
«Realmente ha sido corta esta temporada, pero bueno, no todo sale como uno quiere, por lo que hay que tomárselo como viene y siempre intentar avanzar, aunque sea con pasos cortos. He toreado una corrida de toros y tres festivales y me he sentido muy bien. La corrida de toros que maté ha sido una corrida buena, pero en lo que más me he empleado ha sido en la espada, porque cuesta cogerle el sitio cuando toreas poco, pero creo que lo he hecho bien. La corrida fue en Calamocha, provincia de Teruel y la ganadería fue de La Lucica, una ganadería nueva que era la primera corrida de toros que lidiaba, procedencia Núñez del Cuvillo y Garcigrande, algo inusual en la línea de ganadería que he matado, siempre exigentes, esta fue una perita en dulce».
Complicado torear tan poco. «Lo de torear poco es complicado de sobrellevar, porque muchas veces se le pasan a uno por la cabeza dejarlo todo, pero esto es un veneno y yo, aunque el número de corridas y festivales ha sido pequeño, en realidad solo me he quedado parado el año de la pandemia, el 2020, y eso me ha mantenido vivo, a veces he tenido que torear de sobresaliente, como este año la primera que me vestí, en la corrida de Reta y esas cosas te van manteniendo el ánimo. He vuelto este año a la sierra de Salamanca, donde estuve de novillero y este año me llamaron y como el año era corto de festejos, me apeteció y volvía hacer de director de lidia en la sierra de Salamanca que llevaba dos años sin ir».
Podría haber toreado más, pero en malas condiciones. «La cosa ha venido así. Podría haber toreado más corridas, pero tengo dos criaturas y si me pongo delante de un toro, quiero cobrar lo que me corresponde y llevar el pan a mi casa. La verdad es que no tengo necesidad y toreo porque me gusta y tengo claro que es muy difícil torear para hacerte rico, así que torear me alimenta el alma, creo que soy capaz y puedo y tengo algunas condiciones que me lo permiten, así que lo hago cuando las circunstancias son buenas y si no lo son, me quedo en mi casa».
Buena armonía con el apoderado Diego García. «Tenemos muy buena relación, y aunque lleve a otro torero, un novillero que tiene las cosas bien, porque cuando me cogió a mí, tuvo que emplearse bastante y aún así toreé, y con este las cosas son más fáciles, pero esto no quiere decir nada, porque se emplea conmigo todo lo que puede y podría hacerme más, pero como dije antes, en buenas condiciones no es fácil».
Los entrenamientos siguen su curso. «Lo que si he hecho este año es tomarme un poco más de tiempo de descanso, desde que terminó la temporada hasta ahora, que hay que empezar a prepararse ya que la idea es ir a la Copa Chenel. Pero en mi trabajo sigo sin tomarme vacaciones, por eso cuando llego de trabajar, el tiempo de entrenamiento es de lo que he descansado hasta ahora». «Nos hemos presentado para la Copa Chenel, y ahora tienen que hacer la selección, porque el año pasado y este se han reglado unas bases, hay que cumplir unos requisitos y entre la Fundación y La Comunidad de Madrid, hacen la selección de los participantes, veremos si podemos entrar entre los 18 seleccionados. Es un gran escaparate y de ahí han salido toreros que se han puesto a funcionar».
Que ha pedido a los Reyes Magos. «La verdad es que no he pedido nada, sólo tener un poco de suerte y poder entrar en la Copa Chenel. Si entro, del resto ya me encargo yo, si valgo, para delante y si no valgo pues nada, el resto tiene que ser salud para poder llevar a cabo los proyectos».