El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 13 años de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Albacete y ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, para la mujer de Almansa que encargó matar a su pareja, con el fin de hacerse con los 300.000 euros de su seguro de vida.  

Además de la pena de cárcel, la mujer, M.M.G.C., también fue condenada a cuatro de libertad vigilada y 20 años de alejamiento de la víctima.

El Alto Tribunal también desestima los recursos presentados por la persona que intentó ejecutar el crimen y por el novio de la hija de la acusada que lo contrató.

Imagen de la acusada, en un instante del juicio. - Foto: Rubén SerralléEn concreto, el joven contratado para cometer el asesinato, M.S.G.V., fue condenado a 11 años en prisión y tres de libertad vigilada, mientras que A.D.M.G., novio de la hija de la procesada fue sentenciado a nueve años de cárcel y tres de libertad vigilada. 

Hechos probados. Los hechos que se han considerado probados se remontan a los meses de abril a julio de 2017, cuando la procesada M.M.G.C., urdió un plan para acabar con la vida de su parejasentimental, J.M.L., movida por motivos sentimentales, ya que tenía un amante y por motivos económicos, al conocer la existencia de un seguro de vida por un valor de 300.000 euros que J.M.L. había contratado o iba a contratar, del que era beneficiaria la hija menor de la mujer, ya que su compañero sentimental creía que era hija suya también.

Para conseguir su propósito, la procesada  le encargó al también acusado A.D.M.G., que era el novio de su hija y que convivía con ésta y su familia en Orense, que buscara a una tercera persona para que cometiera el crimen. Por esta razón, el novio de la hija, un mes antes de que tuviera lugar el intento de asesinato, fue desde Orense a Montealegre del Castillo, donde residía su madre, a buscar a una persona que ejecutara materialmente el hecho. El elegido fue el también condenado por estos hechos M.S.G.V. 

El día 24 de julio de 2017, la pareja de la acusada viajó desde Orense a Almansa, con la que él creía su hija I.Y., ante la insistencia de su madre y con la excusa de que aquélla viera a sus amigas.

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