Un médico de Tarazona presenta un respirador revolucionario

E.F
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El Doctor Lucas Picazo, ahora jubilado, desarrolló, patentó y utilizó un equipo más simple, eficaz y barato que los convencionales durante su etapa en la UCI del Hospital Puerta del Mar de Cádiz

El Doctor Picazo - Foto: L.P.

Desde que comenzó la crisis del Covid-19, un grupo de ingenieros y de médicos, unos en activo y otros jubilados, trabajan contra el reloj en un diseño de respirador mucho más simple y eficaz que los convencionales, y cuyo inventor es el doctor Lucas Picazo Sotos, natural de Tarazona de la Mancha.

El respirador es de una simplicidad desconcertante, pues en esencia es un aparato no muy grande que tiene forma de ‘Y’. Uno de los extremos se engancha a la conexión de aire a presión que hay en todas las habitaciones de hospital; otro se conecta a la conexión de oxígeno y el tercer extremo va a la tráquea del paciente.

Evidentemente, el respirador tiene un mecanismo que sirve para regular el flujo de oxígeno que recibe el paciente. Pero este respirador no sólo asombra por su simplicidad, sino también porque no tiene nada de nuevo, porque el Doctor Picazo y sus colegas lo inventaron en 1995 y lo usaron con notable éxito con varios pacientes.

La historia comienza en Cádiz, en el Hospital Puerta del Mar, donde el Doctor Picazo trabajó durante casi toda su carrerea, sobre todo en la UCI. «En el 95, nos llegó el caso de un niño con un cuadro muy grave de neumonía, no conseguía oxigenar a pesar de estar conectado a un respirador convencional».

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