Es lo que tiene ir más allá de la interpretación sobre las tablas o en las pantallas, pequeña y grande. Catadura sólo al alcance de los elegidos con una gran capacidad didáctica que les vale para alcanzar la condición de profesores. Cual acontece con el polifacético Juanma Cifuentes, que una vez más va a dar un curso en una de las más prestigiosas escuelas nacionales, la madrileña Centro Actúa. Será a lo largo del próximo mes de febrero en una fecha todavía por determinar y versará sobre la técnica y secretos de actuar ante cámara. Para estas clases el albacetense, una vez más, ha tenido que hacer un hueco en sus múltiples actividades profesionales y, claro, vocacionales. No será la única presencia suya en la capital de España, donde tras su reciente gran éxito en la reciente Gran Gala de Zarzuela del Nuevo Año, acumula varios compromisos más.
Esa multiplicidad del Cifu, como se le conoce en el mundo de las artes escénicas, le permite ser reclamado para diversos cursos, como es ahora el caso de Actúa, dependiente de la Asociación de Artistas Intérpretes (Aisge), dedicada también a gestionar los derechos de propiedad intelectual de los actores, directores, bailarines y dobladores, cuyo Consejo lo preside el legendario Emilio Gutiérrez Caba. En esta entidad ya ha dado clases el paisano de canto, canto lírico y de iniciación al musical.
Esta Asociación de alcance nacional está radicada en la capital de España, debido, como opina Cifuentes, a que «Madrid es y sigue siendo mucho Madrid» en los aspectos culturales en general y las artes escénicas y relacionadas muy en particular, donde goza del enorme cartel en varias facetas, incluyendo la de profesor. «Madrid sigue siendo la Meca de este negocio en todos los sentidos. Tanto a nivel institucional como a nivel privado».
Una situación que pudo pasar alguna crisis hace unos años pero que, como relata, tras recuperarse sigue de máxima actualidad: «Lejos quedaron aquellos tiempos en donde en otras comunidades se rivalizaba con Madrid pero eso también ha desaparecido».
Y zanja el asunto de manera definitiva al relatar que en provincias se hace otro tipo de planteamiento porque, salvo alguna excepción, las opciones tienen que ver con entidades públicas que a fin de cuentas acotan las propuestas dependiendo de un criterio político que no artístico. «Son muy pocas las ciudades que no provincias que pueden competir con Madrid». Aunque él, por ese cartel a nivel nacional que tiene, puede permitirse el lujo de residir en su tierra -a la que se trasladó durante la pandemia-, y acudir a actuar, dirigir, cantar o grabar series atendiendo las llamadas que le surgen no sólo de Madrid.
En este su regreso a la tierra no le ha sorprendido la gran inquietud artística y el alto nivel de otros colegas albacetenses, «porque no es nueva y la ha habido siempre, a pesar de la imposibilidad y la invisibilidad que desde nuestra región se ofrece». Por lo que, como le ocurrió a él hace casi tres décadas, entiende que todos aquellos que quieren tener un poquito de transcendencia y de crecimiento se vean obligados a irse a otras tierras para conseguirlo. «Y ahí están en su lucha personal, unos con más visibilidad y otros con menos, pero con las mismas ganas y la misma fuerza».
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