La prueba, impulsada por la Federación de Hípica de Castilla-La Mancha y la Asociación Hípica de Trabajo de la región, contó con una importante participación e hizo las delicias del público ya que muestra habilidades tales como la doma, la manejabilidad y la velocidad. La comunión entre el jinete y su montura se dejan ver en esta modalidad ecuestre cada vez más arraigada.