«No me planteé que fuera atípico ingresar en la Guardia Civil»

Josechu Guillamón
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«No tardaremos muchos años en ver a la primera mujer coronel de la Guardia Civil»

Imagen de Verónica Guillén Malagón. - Foto: V. G.

Aunque Verónica Guillén nació en Madrid hace 44 años, se siente albacetense, puesto que vivió en la ciudad hasta los 18 años, momento en el que comenzó a preparar sus oposiciones en Madrid. Además siempre que puede regresa a la ciudad, puesto que toda su familia y sus amigos viven en Albacete. El año pasado ofreció su Faja de Estado Mayor a la Virgen del Dolor de Hellín. Comienza su andadura profesional con el empleo de teniente, ejerciendo el mando del Puesto Principal de Jávea  (Alicante), y posteriormente ha formado parte de unidades de investigación de organizaciones terroristas. Ya como capitán, fue jefa de Área de la Subdirección General de Relaciones Internacionales, Extranjería e Inmigración del Ministerio del Interior. Con el ascenso a comandante ejerció la docencia en la Academia de Oficiales de Aranjuez. Tras realizar el XVIII Curso de Estado Mayor, fue destinada a la Jefatura de Personal de la Guardia Civil, en la que destaca su participación en la dirección técnica del desarrollo del Acuerdo para alcanzar la Equiparación Salarial entre Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con los cuerpos policiales autonómicos. Actualmente se encuentra destinada en una unidad de investigación de ámbito nacional y se ha convertido en la décima mujer en alcanzar el empleo de teniente coronel en la Guardia Civil, el máximo al que han llegado las mujeres hasta el momento. Esta casada y tiene dos hijas.

¿Qué le llevó a hacerse militar?

Creo que fue un cúmulo de circunstancias: soy la menor de tres hermanos, a quienes siempre he estado muy unida y con quienes he compartido todo tipo de aficiones. Ellos fueron mi referente desde pequeña, y a todos nos gustaba el ejercito y los aviones. Además, procedo de una familia de tradición militar, pero también policial. Parte de mi familia pertenece al Ejército del Aire, concretamente mi padre, cuya vida profesional ha transcurrido principalmente en la Maestranza Aérea de Albacete, y también dos tíos maternos y, por otro lado, mi abuelo y otros dos tíos pertenecieron a la escala ejecutiva y superior de la Policía Nacional. La influencia de todos ellos, especialmente de mi padre y mi abuelo, hizo que desde pequeña me interesasen ambas profesiones. Siempre digo bromeando que soy la oveja verde de la familia. Por otro lado, la vida laboral de mi madre ha estado vinculada a la protección y defensa de los derechos de la mujer. Ella ha sido una mujer pionera en este sentido, por lo que recibí una educación en igualdad, y nunca me plantee que fuera atípico querer ingresar en el Ejército o en la Guardia Civil.

¿Por qué optó por la Guardia Civil y no por el Ejército del Aire, con más tradición en Albacete?

Es una historia muy larga. En aquel momento, año 1996, para acceder a la escala de oficiales, tanto del Ejército como de la Guardia Civil, teníamos que hacer una oposición una vez terminada selectividad, y la edad máxima para opositar era hasta los 21 años. La oposición era la misma para los tres ejércitos (Tierra, Armada y Aire) y la Guardia Civil, y dependiendo de tus prioridades, de la nota y de las pruebas físicas y médicas accedías a uno u otro. En mi caso, mi idea inicial era ser piloto de aviones de caza, pero en aquel momento no había ninguna mujer piloto de este tipo de aviones, no teníamos referentes femeninos.  De hecho, cuando empecé a opositar empezaban a ingresar de las academias de los ejércitos las primeras mujeres con el empleo de Teniente; y por parte de la Guardia Civil todavía no había ingresado ninguna. Pocas semanas antes de mi último año de oposición cambié mi prioridad del Ejército de Aire por la Guardia Civil. Pensé que en la Guardia Civil podría estar más en contacto con la sociedad, y de alguna manera aunaba mis dos vocaciones, la militar y la policial. 

¿En la Academia de Oficiales había muchas mujeres?

El período de formación de un oficial de la Guardia Civil consta de cinco años:  Los dos primeros se realizan en la Academia General Militar, con los futuros oficiales del Ejército de Tierra;  y ya los tres siguientes se cursan en la Academia de Oficiales de la Guardia Civil, en Aranjuez (Madrid). En el año 1993 ingresó la primera mujer en la Academia General Militar para ser oficial de la Guardia Civil: la teniente coronel Cristina Moreno, actualmente Jefa de la Comandancia de Guadalajara. Yo ingresé seis años después, en el año 1999. Para que se haga una idea, hasta aquel momento ingresaban entre una y tres mujeres en cada promoción,  en promociones que contaban aproximadamente con unos 30 componentes. Durante mi paso por la Academia de Oficiales de Aranjuez llegamos a convivir un máximo de cinco mujeres. 

¿Le costó adaptarse a la Academia y a la vida militar?

Tras superar la selectividad, me preparé la oposición en Madrid. Ingresar en la Academia fue mi único objetivo durante los tres años que oposité, por eso, aprobar la oposición era un sueño, y me tenía que adaptar si o si. Reconozco que no fue fácil, pero en mi caso era la única opción que barajaba. Además siempre he tenido el apoyo de mi familia y amigos, algo que ha sido fundamental.

¿La Guardia Civil ha dejado de ser un territorio de hombres?

Este año se cumple el 35 aniversario de la incorporación de la mujer a la Guardia Civil, por lo que hace mucho tiempo que dejó de ser un territorio sólo de hombres. Actualmente de los cerca de 80.000 componentes de la Guardia Civil, el porcentaje de mujeres es superior al nueve por ciento, siendo del 4,5 % en las escalas de oficiales y suboficiales.  Aunque las cifras son bajas, se han incrementado en los últimos años, gracias a que institucionalmente se está haciendo un gran esfuerzo por visibilizarnos e incrementar el número de mujeres en todas las escalas y especialidades.

Aunque sigue habiendo un porcentaje bajo, ya es más habitual ver mujeres guardias civiles, aunque es más raro verlas en puestos de responsabilidad, ¿cree que hay un techo de cristal en la Guardia Civil?

Tradicionalmente, se ha considerado la Guardia Civil un cuerpo policial masculino, sin embargo, cada vez hay más mujeres que se interesan por la Guardia Civil, ya que ofrece muchísimas posibilidades, con mas de 20 especialidades distintas para garantizar la seguridad ciudadana tanto en tierra, como en el mar e incluso en el aire, en el ámbito de sus competencias. Por ejemplo: seguridad ciudadana, investigación, protección de la naturaleza, tráfico, control de armas, servicio fiscal, servicio aéreo, servicio marítimo, servicio de montaña, o servicio cinológico, entre otros. El hecho de que el máximo empleo ostentado por una mujer en la Guardia Civil sea el de Teniente Coronel no se debe a que haya un techo de cristal, sino a los tiempos que para los ascensos regula nuestra ley de personal. Las mujeres hemos ido ascendiendo y asumiendo puestos cada vez de mayor responsabilidad, al igual que nuestros compañeros de promoción.  No tardaremos muchos años en ver a la primera mujer coronel de la Guardia Civil, y un poco más adelante a la primera general, sin duda.

¿Ha sentido alguna vez incomodidad en sus subordinados por ser mandados por una mujer?

En alguna ocasión lo he sentido, aunque tengo que decir que no es una generalidad. Si bien, creo que estas reticencias, prejuicios, e incluso muchas veces sesgos inconscientes, cada vez suceden con menor frecuencia y están abocados a desaparecer.

¿Es difícil conciliar la vida familiar con la profesional?

Efectivamente. Es innegable que no tener la necesidad de conciliar lo simplifica todo. En mi caso, tanto mi marido como yo hemos tenido que sacrificar en algunas ocasiones en el aspecto profesional, y otras veces en el plano familiar; pero también es cierto que cada vez tenemos más medidas de conciliación, aunque aún queda camino por andar. La Guardia Civil cuenta desde el año 2019 con un Plan de Igualdad propio, y está apostando fuerte por la corresponsabilidad, pues el cuidado familiar es responsabilidad tanto de hombres como mujeres por igual. 

Es usted teniente coronel, ¿hasta qué cargo espera llegar?, ¿se pone límites?

Hasta ahora he tenido la gran suerte de poder tener destinos muy interesantes, y muy distintos a la vez.  Me gustaría seguir en esta línea, y evidentemente seguir ascendiendo. En cualquier caso creo que lo mas importante, y aunque suene algo utópico, es tener la ilusión y la salud suficiente para disfrutar del camino. 

¿Qué espera del futuro?, ¿le gustaría terminar su carrera profesional en Albacete?

Realmente no sé con certeza lo que me deparará el futuro, pero estoy convencida que será igual de interesante y diverso que hasta ahora. Sin duda, poder simplemente pasar por Albacete en algún momento de mi carrera sería un sueño hecho realidad.