La cuarta jornada de Segunda División lleva aparejado para el Albacete Balompié una de las citas más complicadas de la temporada, o al menos a ello apuntan las previsiones.

En La Rosaleda el conjunto de Rubén Albés completará su segunda salida del curso frente a un rival que se antoja extremadamente difícil por la confección de una plantilla que aspira a todo, pese a sus dubitativos comienzos.

Aun así, lo ofrecido por el equipo blanco en las tres primeras citas invita a un optimismo creíble, también impulsado por un ascenso que parece haber  creado una inercia positiva en los primeros compases del curso.

Los blancos lograron una victoria convincente en su primera salida a Lugo y, ya en el Belmonte, mostraron buenas maneras frente al Burgos y Huesca que desataron episodios de entusiasmo que se espera no decaigan. 

El Albacete regresa a Málaga dos años después de su última visita (2-0 para los locales en la 20-21) y en esta ocasión espera poder puntuar para mantener esa la regularidad requerida.

El final del mercado ha supuesto algunas novedades en ambos equipos. En el caso del Albacete se ha reforzado con al zaguero Glauder y el mediocentro Javi Martínez, aunque solo el segundo está disponible para este partido.

En la convocatoria de Albés también es novedosa la inclusión de Fran Álvarez tras haber superado su lesión, y la del joven Dani González, del que se reportó una lesión de la que está recuperado, coincidente con el cierre del mercado y su condición de jugador de la primera plantilla «a todos los efectos».

El capítulo de bajas lo protagonizan Johannesson, Ros, Javi Jiménez, Emmanuel y el citado Glauder, que ultima «su puesta a punto». 

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