«Lo que dice el cuadro es que tenemos que consumir cultura»

Antonio Díaz
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Kike Chumillas Masegoso está de enhorabuena. Una de sus obras más singulares, Cuando la dignidad no se compraba, ha conseguido la Mención de Honor en el trigésimo segundo Premio Nacional de Pintura Antonio Arnau 2023, de Quintanar de la Orden

Kike Chumillas en su estudio. - Foto: Rubén Serrallé

Kike Chumillas Masegoso está de enhorabuena. Una de sus obras más singulares, Cuando la dignidad no se compraba, ha conseguido la Mención de Honor en el trigésimo segundo Premio Nacional de Pintura Antonio Arnau 2023, del Ayuntamiento de Quintanar de la Orden (Toledo). El artista confirmó a La Tribuna de Albacete sus sensaciones ante este nuevo reconocimiento, así como sus planes artísticos en el campo de la pintura.

Un nuevo premio para una de sus obras.

Es una mención de honor para una de mis obras que más satisfacciones me está dando, Cuando la dignidad no se compraba, que ya estuvo también seleccionada en 2020 en los vigésimo primeros premios Nacionales de Pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, donde estuvo expuesta. También fue seleccionada en el Premio Nacional de Pintura Juan Francés, de Xátiva, en 2021. En este caso, ahora, es Mención de Honor en el trigésimo segundo Premio Nacional de Pintura Antonio Arnau 2023, del Ayuntamiento de Quintanar de la Orden. Claro, que un jurado valore el trabajo, la calidad artística, es muy importante. Igualmente hay otra selección en una localidad de Teruel, que se llama Abentosa, pero no te puedo adelantar mucho más, solo decirte que es un cuadro nuevo. 

¿Una obra muy importante en su trayectoria artística?

Podríamos decir que lo es, me está dando muchas alegrías, como decíamos, porque es una pintura que siempre es valorada, incluso fue seleccionada también aquí, en los premios del Ayuntamiento de Albacete, hace un par de años.  

¿También en el último certamen presentó obra?

Sí, la obra seleccionada en Albacete es Nueva ola, Nouvelle vague (2 Magic 4U), un guiño al modernismo y al jazz. 

¿Puede hablarnos de Cuando la dignidad no se compraba, la obra de esa mención de honor?

Bueno, es una imagen, un fotograma de la película Bullitt, protagonizada por Steve McQueen, que en ese momento es una secuencia icónica. Él va a sacar del bolsillo dinero para sacar el periódico de uno de estos expositores americanos en el que se mete el dinero en una ranura y sacas ese periódico. Resulta que en ese momento no tiene dinero suelto, le da un golpe a la máquina y se lleva el periódico, es algo así. Entonces utilizo esa escena en la que justo, hay también una parada de autobús, junto a las placas estas norteamericanas que te indican las calles, la dirección. En el cuadro aparece Steve McQueen contando billetes. Lo que aparece en ese kiosco de prensa no son periódicos, son libros, cómics y también la portada de un disco, de Sex Pistols. Lo que quiere decir el cuadro, Cuando la dignidad no se compraba es que tenemos que consumir y comprar  cultura, bien sea arte, literatura, música, cine, no importa, porque creo que estamos llegando a un momento importante de degradación. 

Pero hay también más homenajes en ese cuadro?

Claro, es un cuadro que tiene muchas lecturas, porque en los carteles de las calles se puede ver Moliner, María en el centro y Masegoso abajo. María Moliner como homenaje  a su diccionario, el de referencia.  Es un reconocimiento y homenaje a la mujer y en este caso me he centrado en María Moliner, y, claro, María Masegoso es mi madre. En la cabina que telefónica que se ve también un símbolo de El Muro, de Pink Floyd, porque debemos tener cuidado igualmente con los totalitarismos que se están viendo en Europa. Es un cuadro que está salpicado de muchos guiños y muchos mensajes. 

¿Cómo es esa obra que también está seleccionada en los premios del Ayuntamiento de Albacete, que formará parte de la exposición?

Pues es una obra que está sacada de una serie sobre papel, nogalina. Es una imagen de Audrey Hepburn, que va andando por la calle, seguida de paparazzis. Creé esta imagen de Audrey con mi símbolo, mi navaja plátano, que está justo detrás. El fondo de Nouvelle Vague es todo colores, retro pop, muy pastel, son franjas de colores y Audrey se transforma en mi mujer, Rosa, es un retrato de mi mujer. La pose y el vestido es el mismo, al igual que la moto, lo que pasa es que he ido cambiando los colores y la navaja tiene también mucho que ver con el pop, en vez de dejarla amarillo, como un plátano, la he pintado de azul. El contraste llama la atención.  

¿En qué trabaja?

El mes de julio ha sido muy completo con mi grupo, con Gerba Monkey, con el que he tenido muchos conciertos  y la verdad es que he podido pintar poco. Eso sí, estoy con una nueva serie, que va a seguir con los fondos multicolor. La verdad es que he pasado un poco de una etapa oscura, en las que utilizaba mucho los fondos de Manolo Millares,  Saura incluso, en la que había crítica social. Creo que ya he cerrado esta etapa, he cumplido, y vuelvo a la explosión de color en los fondos. 

¿Alguna exposición todavía para este año?

Sí, porque tengo en diciembre una exposición en una galería de Monóvar, en Alicante y esa serie será totalmente diferente de lo que he hecho hasta ahora, con esos fondos más oscuros, que era homenaje a pintores que me marcaron, como Saura o Millares. Esta es diferente, es todo color.  

Para Albacete, además de esa presencia en la colectiva del premio, ¿prepara algo?

Está solicitado el espacio, para exponer en Albacete, pero sería para una exposición parecida a la que hice con Anselmo, sería mixta. He solicitado la sala del Ayuntamiento y la de la Diputación y repetiría posiblemente con Anselmo Gómez.