Eloy M. Cebrián

Eloy M. Cebrián


Primeras piedras

21/04/2023

Se conmemora por estas fechas el centésimo aniversario de la colocación de la primera piedra del IES Bachiller Sabuco. Yo llegué un poco más tarde, cuando faltaban unos meses para el estreno de La guerra de las galaxias. En mi debut como bachiller me suspendieron tres asignaturas. Venía de ser el empollón de mi clase de EGB y me convertí en el último mono de 1º de BUP. Me marché, algo redimido, al terminar COU, para regresar como profesor en 1990. Y no me he movido del Sabuco hasta el día de hoy, cuando me dispongo a abrazar la condición de jubilata con más fatiga que satisfacción por el deber cumplido. El Sabuco siempre ha tenido fama de ser un instituto rancio y carca, una fama ganada a pulso durante muchos años. Luego empezamos a parecernos cada vez más al resto de los institutos de Albacete. Lo único que hoy nos distingue es el majestuoso edificio, que siempre será nuestra seña de identidad. Pero un instituto no es un edificio, sino quienes lo habitan. Ahora celebramos la colocación de aquella primera piedra, pero en realidad son muchísimas las primeras piedras que se han colocado en aquel solar de la avenida de España, una por cada estudiante, profesor, ordenanza, limpiadora y administrativo que han desfilado por allí. Yo puse mi primera piedra hace 46 años y ahora estoy a punto de cederle mi lugar a otro docente para que venga a aportar la suya. Me gusta imaginar que todas esas piedras forman una carretera que se pierde en la distancia en ambas direcciones. Serán miles los que sigan recorriendo esa calzada en el futuro, cuando los de ahora nos hayamos convertido en rostros anónimos en alguna orla polvorienta. Suponer que los que vengan después nos recordarán sería presuntuoso por mi parte. Les pediría, sin embargo, que mantengan el instituto en buenas condiciones. Quién sabe. A lo mejor, dentro de otros cien años encuentran esas primeras piedras que llevan nuestros nombres.