Una vida con un ordenador

Virgilio Liante
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Javier López del Cerro es un diseñador gráfico multidisciplinar que empezó a estudiar en la Escuela de Arte en el año 2007

Javier López del Cerro. - Foto: Arturo Pérez

Javier López del Cerro es un diseñador gráfico multidisciplinar que comenzó su formación académica en esta materia en el año 2007 en la Escuela de Arte de Albacete y que posteriormente complementó con el Grado en Diseño Gráfico en la Escuela Superior de Diseño de Murcia, momento en el que el diseño estaba «muy enfocado a trabajos impresos, cartelería, flyers, marcas, papelería corporativa… y que evolucionó hacia proyectos cada vez más digitales. Ahora mismo estoy dedicado un 80% al entorno digital y un 20% dedicado a las cosas tangibles», comenta, para agregar que «la vida me ha derivado a esto» pues cuando comenzó su carrera laboral en Barcelona, lo hizo trabajando para un estudio de diseño tradicional donde desarrollaba cartas de restaurante, revistas comerciales y otro tipo de soportes impresos para clientes como Vodafone. Saltó después al mundo de la moda trabajando para Desigual como diseñador textil, donde tuvo la oportunidad de trabajar bajo la dirección de Christian Lacroix, diseñador de fama internacional: «Es una bomba de tío, tiene muchísima experiencia. Tenía una cápsula (colecciones con un toque personal), en el equipo éramos él como diseñador de moda y luego un equipo de diseñadores y otros que hacían los patrones de las prendas».

Pasado un tiempo Javier López del Cerro decidió dejar su puesto en Desigual y se vino a Albacete, donde estuvo en una «startup que había en el CEEI, de director y diseñador creativo», empresa joven que terminó fracasando. Estando en Albacete se incorporó a Báltico Studio, con Pablo Gallardo, donde estuvo dos años. 

Respecto a sus referencias está Pentagram, agencia de la que destaca lo «fino que son hilando conceptos y dando la forma final», Stefan Sagmeister porque «es muy creativo y una mente privilegiada», además de que «en su cuenta de Instagram ayuda a la gente joven». 

Tras su paso por Báltico comenzó a trabajar en remoto, su primer contacto fue durante «dos años para una empresa de base de datos que me permitió trabajar en desde casa y en el sector tecnológico». Posteriormente entró en una empresa tecnológica con sede en Los Ángeles (California) donde continuó trabajando en remoto. En este punto Javier indica «tenía el mismo problema cuando estaba en la empresa de Base de Datos, en la de Los Ángeles o cuando trabajaba para Desigual, estaba en un departamento de marketing interno en el que sólo trabajaba para un cliente», hecho que afirma le resultaba demasiado repetitivo. Después comenzó a trabajar en una agencia SAAS (el software como servicio) llamada Hey Digital, en la que a día de hoy continúa haciéndolo «estoy en un punto dulce porque estoy trabajando para muchos clientes» dice el diseñador. 

Respecto al trabajo, explica que «lo más importante es aprender todos los días y es algo que me mantiene conectado con esta empresa. La persona que tiene inquietudes en seguir formándose siempre aprende.» La empresa tiene trabajadores repartidos por todo el mundo, pero él es el único en España y trabajando desde Albacete; tiene compañeros de trabajo de Reino Unido, Portugal, Sudáfrica, Filipinas o Bali.