Diego Quirós López, licenciado en Historia del Arte e Historia Medieval, catedrático de Secundaria y gran divulgador, intervino en el ciclo de conferencias de Aluex, en el salón de acto de la Delegación de Educación, donde habló sobre La cúpula de la catedral de Florencia. El profesor comentó a La Tribuna de Albacete distintos aspectos de interés sobre su charla. 

¿Por qué eligió hablar, precisamente, sobre la cúpula de la catedral de Florencia?

La verdad es que me ha apasionado siempre el tema. Es sorprendente cómo ante una situación que, aparentemente, desde el punto de vista físico, era imposible, el ingenio humano pudo dar soluciones al problema. Al ampliar la catedral, les había quedado un hueco para cubrir de 44 metros, y eso era imposible, totalmente, con la técnica de entonces, pero este señor,  Filippo Brunelleschi, que realmente era relojero, porque se había formado como orfebre, pero tenía unos conocimientos asombrosos y a todos los problemas que se le van poniendo por delante, les da las oportunas soluciones. 

Dio con la solución para cubrir ese espacio.

Claro, porque no solo era imposible, porque no había una cúpula tan grande, pero es que la forma tradicional de hacer una bóveda era hacer un andamiaje de madera, que habría costado muchísimo dinero en esa época, por eso él propuso hacerlo sin andamiaje y resulta espectacular. Todas las cúpulas que se hicieron después derivan de esta de Florencia, la del Vaticano, la de San Pablo de Londres, la del Capitolio de Washington. Creó escuela.  

¿Cómo lo hizo?

La clave está en cómo coloca los ladrillos, que hacen que cada hilada que va subiendo, sea autoportante, pero tiene muchas claves más. Probablemente utilizó alguna madera movible, que se colocaba cuando los ladrillos estaban todavía frescos, algo provisional que de retiraba. Otra dificultad es que empezó a hacerla a 52 metros del suelo y la catedral gótica más alta, la bóveda se cierra a 48 metros.  

¿Un extraordinario arquitecto, aunque no lo fuera?

Bueno, digamos que Brunelleschi es el primer arquitecto de la historia, porque los arquitectos góticos pasaban su saber de padres a hijos y era un saber mecánico, que lo único que tenían que modificar eran las proporciones, pero Brunelleschi va resolviendo problemas sobre la marcha y haciendo un diseño  con soluciones, realmente hablamos ya de un arquitecto, no de un maestro de obras.

¿Esa cúpula hoy en día, todavía es especial?

Seguro, han pasado más de 600 años y no se ha caído y no se ha logrado hacer una cúpula más grande. Claro, con hierro, hormigón, pero de obra, de mampostería, es la más grande y, aunque se ha intentado después, no ha podido ser.  

¿La puerta de entrada del renacimiento en arquitectura?

Claro, utiliza algunas cosas del gótico, como el perfil, pero utiliza la razón, las proporciones y los cálculos de algo muy nuevo que va a venir, que es el renacimiento. Este hombre, además de arquitecto era escultor, pintor, orfebre, e inventor. Otro problema era levantar a esa altura los materiales, que era imposible, pero él idea dos máquinas espectaculares, que no habían precedentes, porque seguían edificando con grúas al estilo romano.  

¿También un inventor de primer orden?

Efectivamente, un discípulo suyo será Leonardo da Vinci, que aprendió mucho de él y alguna de las máquinas las conocemos por los dibujos que hizo Leonardo.  

¿Alguna en concreto?

La máquina principal para levantar las cargas a 100 metros tiene una cosa curiosa, en vez de hombres dentro de una rueda, que era lo normal, son parejas de bueyes en círculos y tiene un mecanismo tan curioso que, sin cambiar los bueyes, puede subir y bajar la carga cambiando un dispositivo. Es decir, sirve para subir y bajar, con lo que se ahora tiempo. Pero en la obra también había grúas en horizontal, muy parecidas a las plumas que tenemos hoy en las obras.  Incluso hay quien dice que inventó el primer despertador, pero no está comprobado.  

¿Polifacético?

Claro, también con la perspectiva, porque toda la pintura del renacimiento se basa en la perspectiva que él descubrió, pero fue también escultor, hizo de todo.