Una ópera prima, tras su experiencia en el cortometraje, que ha tenido numerosos elogios, ¿satisfecha?

El recorrido de la película está siendo realmente bueno, tras estar en la Seminci estrenamos en salas comerciales con muy buena respuesta por parte del público y ahora estamos presentándola en festivales y filmotecas para que llegue al mayor número posible de espectadores.

La crítica destacó la manera tan personal de aproximarse a un tema tan controvertido como el de la eutanasia. 

Es verdad que me gusta más sugerir que darle todo de forma explícita al público, creo que es mucho más interesante; en ese sentido la película lanza varios enigmas que debe ir descubriendo el espectador para que forme parte activa de la misma.

Con una perspectiva poco usual, ¿no cree?

Bien, he intentado aportar mi voz personal al tema como autora, al final quise seguir mi propio instinto y mi forma de rodar y contar.

El aspecto formal y visual de la cinta ha llevado a algunos a emparentarla con el cine de Haneke, ¿qué opina?

Para mí es un maestro y cualquier atisbo de algo parecido que hayan podido encontrar en la película me parece un halago muy grande... en el caso de Haneke es uno de mis directores favoritos. En este trabajo, como en los cortos que había rodado anteriormente, intenté buscar mi lenguaje y mi código, intentando dar una forma distinta a la hora de contar la historia.

Es autora también del guión y tengo entendido que todo partió de una noticia que leyó en la prensa, ¿es cierto?

Realmente el punto de partida, la semilla por así decirlo, fue una noticia que leí hace años sobre un grupo de personas que quedaba en Japón para quitarse la vida juntos. A partir de ahí, comencé a plantearme porque estas personas necesitan, en un país tan individualista e introvertido como Japón, ese contacto final y desarrollé la historia, aunque todo el resto es un espacio y personajes ficticios.

También incluye algunos giros de guión, ¿en la línea de subrayar que no es tan sencillo ese intento por dejar esta vida?

Sí, al final la película plantea la libertad sobre la propia elección de la vida, cuánta libertad tenemos para decidir sobre la misma, cuándo queremos que acabe y cómo, sin duda es el tema primordial, aunque se aborden muchos otros.

¿Cómo fue la experiencia con un plantel de actores del nivel de Marta Nieto, Ramón Barea, Charlotte Vega e Israel Elejalde?

Bueno, concretamente Marta Nieto es para mí una de las grandes actrices de este país y he tenido la suerte de contar con un elenco maravilloso, con profesionales de una gran trayectoria -incluso con Ramón ya había trabajado en uno de mis cortos-,  de los que aprendí mucho y debo confesar que el proceso de trabajo junto a ellos fue muy bonito, de hecho tuvimos tiempo de ensayo en Madrid antes de rodar y de ahí sacamos mucho.

¿Trabaja en algún proyecto nuevo?

Estoy en proceso de escritura todavía, de encontrar universos e historias, no quiero adelantar mucho, pero espero tener una primera versión del guión terminada en poco tiempo, aunque el rodaje dependerá ya de otros muchos factores; también estoy estoy preparando un documental del que tampoco te puedo adelantar detalles.