Con un gran estruendo y una excelente cantera, los pequeños salieron a las calles de Tobarra para disfrutar con el toque del tambor y hacer así gala de que hay una cantera en la localidad fuera de toda duda.

La concentración de tamborileros de los colegios de Nuestra Señora de la Asunción, Cervantes y Cristo de la Antigua en la Plaza de España para desfilar por la calle Mayor, Avenida de la Constitución y Reina Sofía hasta llegar hasta el patio del colegio Cervantes.

El toque de tambor se inicia con la Tamborada Escolar, en la que participan varios centenares de redoblantes, de todas las edades. En las horas previas, ya se escuchan algunos tambores aislados y en los alrededores de los colegios, se van con centrando los alumnos con sus padres y maestros, para dirigirse al punto de encuentro inicial: la Plaza de España, junto al Ayuntamiento, en donde esperan las autoridades locales y algún dirigente venido de fuera, para hacer el recorrido y sentir la emoción del tamborilero novato, que descubre cómo lo que parece ruido ensordecedor desde fuera, se convierte en ritmo y melodía, más o menos entonada. Desde ese momento el ruido, el redoble tamborilero será incesante, hasta las 12 de la noche del Domingo de Resurrección, para completar las 104 horas de tambor, únicas y diferentes, aunque últimamente son muchas las horas dedicadas por los tamborileros a replegarse en sus garutos (cada cuadrilla que se precie tiene uno, en propiedad o alquilado, sirven cocheras y bajos en obras).