Un grupo de padres y madres del colegio público La Ilustración, el último en abrir sus puertas en la capital, concretamente en el barrio de Imaginalia, ha denunciado la situación en la que se encuentran los patios del centro educativo, que no disponen de ninguna sombra en la que los escolares puedan cobijarse. 

Deficiencias de las que los padres vienen avisando a la dirección del colegio desde el mismo momento en que se inauguró, en 2020.

Ante la falta de soluciones que de momento se han adoptado para solventar esta problemática y dado que desde hace varias semanas las temperaturas han empezado a ser demasiado altas para la época del año en la que nos encontramos, los padres y madres de los niños matriculados en este colegio vuelven a pedir soluciones.

Durante el presente curso los padres y madres de este centro educativo han enviado varios escritos al Ayuntamiento y a la Delegación de Educación para que tomen medidas al respecto, pero de momento la solución se retrasa. 

El propio delegado provincial de Educación, Diego Pérez, ha respondido a estas quejas, reconociendo que desde la Delegación de Educación son conocedores de esta problemática y ya desde el curso pasado se pusieron en contacto con la dirección del colegio para que elaborasen un proyecto para llevar a cabo determinados arreglos.

Con este fin, la Delegación de Educación ingresó al colegioLa Ilustración para este fin 50.000 euros y después otros 15.000 euros más, con el objeto de que redactaran un proyecto de intervención para llevar a cabo el arreglo de los patios y subsanar algunas vallas que están en mal estado.

Pérez informó que el centro educativo ya tiene elaborado el proyecto, pero la ejecución del mismo se ha retrasado porque está pendiente de que por parte del Ayuntamiento, en concreto de Urbanismo, se dé el visto bueno a la licencia municipal de obras.

Previsiblemente en los próximos días, según apuntó el titular provincial de Educación, «por las noticias que tenemos del Ayuntamiento» el centro recibirá la licencia de obras, «aunque lo normal es que la intervención, que implicará la entrada de maquinaria pesada, se posponga hasta que finalice el curso y de comienzo en los meses de verano cuando el centro educativo esté cerrado y no exista ningún peligro con los alumnos».

No obstante, el delegado provincial de Educación también trasladó un mensaje de tranquilidad a los padres, en el sentido de que la dirección del centro vela por la salud de sus hijos, y mientras se ejecutan estas obras ya se han tomado medidas organizativas, para que en un momento determinado los alumnos puedan estar protegidos, «para lo cual el colegio dispone de espacios suficientes, como un pabellón deportivo interior; todo ello con el objetivo de que los alumnos no estén sometidos a ningún riesgo en su salud», agregó Pérez.

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