«Juventudes ha logrado crear un ambiente musical en la ciudad»

A.D.
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«Si no existiera Juventudes Musicales de Albacete, habría que inventarla»

La investigadora y violonchelista Patricia María Jiménez de Cisneros Taradiel. - Foto: A.P.

La violonchelista vallisoletana Patricia María Jiménez de Cisneros Taratiel, profesora de Música en Enseñanza Secundaria y Bachillerato, en el IES Ribera del Tajo,  de Talavera de la Reina, ha realizado el Doctorado en Investigación en Humanidades, Artes y Educación con la tesis Juventudes Musicales de Albacete (1979-2022). Historia de un Sueño, en la Facultad de Educación de Albacete, bajo la dirección de la doctora María del Valle De Moya Martínez. 

Patricia Jiménez de Cisneros comentó a La Tribuna que Albacete qué le llevó a fijarse en Juventudes Musicales de Albacete y hacer su tesis doctoral precisamente sobre este movimiento cultural tan relevante en la provincia.

¿Cómo entró usted en contacto con Juventudes Musicales de Albacete para su tesis?

Por mis estudios en el Conservatorio Profesional de Valladolid entré en contacto con Juventudes Musicales de mi ciudad natal, porque asistía a sus conciertos y posteriormente hice un máster de investigación en Filosofía y Letras. El trabajo fin de máster fue sobre Juventudes de Valladolid y además participaba  como violonchelista en la orquesta de Juventudes Musicales de Ávila. Después, en el Conservatorio Superior de Música de Oviedo, seguí con el tema de Juventudes, porque toqué en varias orquestas y en proyectos de cooperación, en Washington y Nueva York, también en Marruecos y distintos países europeos. Finalmente, como soy profesora en Castilla-La Mancha, tomé contacto con Juventudes Musicales de Albacete, porque conocí la asociación a través del Concurso de Piano, que tiene fama europea y, además, a través de la profesora María del Valle de Moya Martínez, que me puso en contacto con Agustín Peiró, que desde el primer momento me abrió las puertas de su archivo, de su vida, de manera totalmente altruista. 

Pudo acceder así a ese archivo.

Seguro, el archivo que tiene un valor incalculable como patrimonio musical y, a partir de ahí, comencé a trabajar en la tesis. Eso fue en 2020 y han sido casi tres años de trabajo, con un apoyo incondicional de Agustín Peiró y de su esposa, Remedios Olivares, que me han ayudado.

¿Fue complicado hacer esa tesis sobre Juventudes Musicales?

No ha sido complicado porque he tenido, como decía, la ayuda de Agustín, Remedios y María del Valle. Es verdad que el archivo no había sido catalogado, ni estudiado a fondo, pero sí que estaba ordenado. Yo lo he traído a mi casa, lo he digitalizado, clasificado por décadas y lo he estudiado desde sus orígenes, pasando por el concurso de piano, los ciclos de conciertos o los espacios vinculados a la ciudad. Otro apartado ha sido para otras actividades y homenajes y estudié la labor de la prensa y especialmente quiero nombrar a La  Tribuna de Albacete, porque hay todo un capítulo en la tesis dedicado a la prensa, con una grandísima labor de difusión, tratando de unir la asociación con la ciudadanía. Igualmente destacaría el papel de Globalcaja, como patrocinadora del premio Ciudad de Albacete. Con esta tesis me uno a la prensa en esta doble labor de difusión de la obra musical de Juventudes y de apoyo, de conocimiento y reconocimiento. Pretendo que la ciudad conozca este patrimonio que permanecía oculto y voy desde 1979, su fundación, hasta el año 2022.

¿Qué le llama la atención de ese proyecto de Juventudes Musicales de Albacete?

Lo que más me llama la atención es que Juventudes Musicales de Albacete ha logrado crear un ambiente musical en la ciudad, en el primer lugar de Castilla-La Mancha y uno de los primeros de España, tanto desde el punto de vista de la música clásica, piano y música de cámara sobre todo, a la altura que se podía estar representando en teatros como el Real de Madrid, el Liceo o el Palau de la Música. Referente a la música popular, no hay asociación que haya llevado la música a los sectores más desfavorecidos, centros penitenciarios, de tercera edad, discapacitados o la las plazas públicas, sin olvidar su labor vinculada a los centros de enseñanza, por su relación con la educación musical de los jóvenes.  

Todo el mundo conoce el Concurso de Jóvenes pianistas. 

Claro, pero no hay que olvidar que los ciclos de Juventudes Musicales, como he dicho, han llevado la música a los sectores más desfavorecidos. Según recojo en la tesis, han realizado 504 conciertos dedicados a los 27 ciclos. Esas cifras, en los 43 años de existencia de Juventudes dan lugar a una actuación asistencial, social, educativa y pedagógica al frente de la música. Además, de los ciclos, también son muy importantes los conciertos con figuras destacadas, como el pianista y compositor albacetense Fernando Lázaro, y ha sacado jóvenes talentos como los pianistas José Ramón García o Pedro López Salas, al amparo de la asociación y, por último, no olvidamos los homenajes que se han hecho a figuras como Samuel de los Santos, José María López, Antón García Abril, Esteban Sánchez,  Rubinstéin, Valentina Kameníková o Mario Monreal. 

El Ciudad de Albacete de Piano, ¿está entre los grandes certámenes?

Como he leído en algún artículo publicado en La Tribuna de Albacete, en palabras de Peiró, el concurso de piano es la niña bonita de Albacete y es verdad que tiene una repercusión tremenda, a nivel mundial. Han pasado, en las 41 ediciones, hasta el 2022, 908 participantes de todo el mundo, de los que 195 han sido galardonados y 78 expertos han sido parte del jurado. Agustín Peiró Amo, por supuesto, ha estado en todas las ediciones, pero destacan igualmente muchísimos grandes músicos. Entre los premiados, gente que está en Conservatorios de primera línea o en orquestas internacionales. Un solo ejemplo, Javier Perianes. Aquí, me gustaría destacar la labor de apoyo de la Banda Sinfónica Municipal de Albacete, con su director, Miguel Vidagany, otra institución que en la ciudad tiene un calado enorme. 

¿Cómo influye ese legado artístico en el panorama musical?

Creo que Juventudes Musicales de Albacete es un ejemplo para otras Juventudes de Europa y me gustaría  que a partir de esta tesis, surjan otros estudios, para que su labor sea, no solo conocida, sino reconocida y ello revierta en un aumento de socios y apoyos. Sin esa ayuda, está claro que ellos no podrán seguir, porque es, por supuesto, una asociación sin ánimo de lucro. 

Al repasar la documentación, ¿qué es lo que más le llamó la atención?

Juventudes Musicales posee un patrimonio musical inmenso, que para nada me esperaba y es valiosísimo y que me gustaría que la sociedad albacetense lo conociera y, como te he dicho, reconociera. Más allá de ello, me he encontrado con la figura de Agustín Peiró, que para mí se resume en una frase, es un sabio del Renacimiento, reflejado en el símbolo que eligió para Juventudes, la sibila délfica de Miguel Ángel, que simboliza la unión de las artes. Me he encontrado una figura de gran calidad humana y  profesional, que encarna a la perfección los valores de esa asociación, ayudando a los jóvenes, como ha hecho conmigo, de forma desinteresada. Pero no nos podemos olvidar de Remedios Olivares, figura clave, que trabaja de forma incansable. 

¿Qué le parece ese ciclo, Música para todos?

Se han celebrado 156 conciertos de Música para todos y desde luego más del 50 por ciento de sus actuaciones en la tercera década. Este ciclo, en palabras de Peiró, surge del deseo de acercar el arte hasta el último rincón. Agustín Peiró está convencido de que la música traspasa cualquier frontera y hay que llevarla a quien más lo precisa y han sido más de 12.000 personas las que se han beneficiado de ese programa, todo ello gracias a la Diputación Provincial de Albacete, al Ayuntamiento, Inaem y Globalcaja, que apoyan para sacar el programa adelante. 

Si no existiera la asociación, ¿tendrían que inventarla?

Si no existiera Juventudes Musicales de Albacete, habría que inventarla, efectivamente. Pienso que las figuras de Agustín Peiró y Remedios Olivares hacen un trabajo enorme, acercando la música a todos y, desde luego, si no existiera Juventudes, habría que crearla, pero igualmente, necesitan ayuda de todos los sectores para seguir.  

¿Qué conclusiones sacó de ese estudio y tesis de la asociación?

Sin dos personas como Agustín y Remedios al frente, con esa energía y ese trabajo desinteresado, esto no puede seguir. Necesitamos gente e instituciones que quieran acercar este maravilloso arte que es la música a todo el mundo.  Juventudes no es para nada elitista, se acerca a todos los sectores y hace hincapié en este aspecto, porque no solo acoge formaciones clásicas de primer nivel, también grupos de jazz, coros y formaciones de todo tipo, danza. Hay futuro y también yo, gracias a esto, me siento albacetense, por esa amistad que he creado con Agustín y Remedios. Esto tiene que seguir y estaré ahí para lo que necesiten.