A la oposición no le parecerá suficiente, pero se avanza en la buena dirección. Hemos avanzado en dos de las antiguas reivindicaciones. Mejorar la trama urbana del centro histórico para hacerlo más habitable y empezar, por fin, a dar un tratamiento arqueológico y verde a Vega Baja. La alcaldesa  ha madurado y ha ido entendiendo lo que debe ser la ciudad histórica y el entorno que lo circunda. Lejos, por aberrante, queda  la idea de que ser buen regidor consiste en disponer de suelo, mucho suelo, para construir a diestro y siniestro. Para la siguiente legislatura, se encuentra en el punto óptimo para perfilar una ciudad diferente. Cosa distinta es sí responderá el nuevo equipo.
Tendrá que encarar una planificación urbanística lejos de los cánones y usos tradicionales. Durante años el plan urbanístico se entendía como el número de viviendas que se podían construir. Ha llegado el momento de superar el discurso de los especuladores del ladrillo para centrarse en modernizar los antiguos barrios que han envejecido al tiempo que sus habitantes. En ese ámbito se inscribiría el nuevo  proyecto del barrio de Palomarejos. Es preciso adaptarse a las imprescindibles demandas de ahorros energéticos y su conversión en lugares adecuados al cambio climático. No va de ladrillos, sino de mejorar esos ladrillos. Las ciudades del futuro  serán sostenibles y eficientes energéticamente o no serán. Y esos son los dos grandes hitos que se han iniciado en esta nueva etapa de Milagros Tolón. Arregló la calle del Comercio en medio de una pandemia, cuando la crisis del turismo amenazaba con el colapso. Tuvo que superar la oposición de los comerciantes, sus miedos, sus reticencias. Se han transformado algunas de las principales arterias de tránsito del centro histórico  para convertirlas en paseos amables, no en reliquias degradadas del siglo XIX. Y ante el enorme reto de Vega Baja se han comenzado las obras para conformar un espacio arqueológico, verde y sostenible. Queda mucho y complejo por hacer en esta zona y no se puede olvidar que, cuanto es susceptible de empeorar, puede ir a peor. Pero de momento se avanza. Sólo había que escuchar a los ciudadanos más concienciados. Y lo ha hecho. Se ha iniciado una nueva etapa y ha pillado a todos con el pie cambiado.