«Me muevo en una especie de realismo mágico»

Antonio Díaz
-

El Estudio de Arte Pablo Alfaro acoge, hasta el día 10 de noviembre la exposición Somos. Yo y todos mis yos del pasado, de Juanjo Ruiz

Juanjo Ruiz. - Foto: Rubén Serrallé

El Estudio de Arte Pablo Alfaro acoge, hasta el día 10 de noviembre la exposición Somos. Yo y todos mis yos del pasado, de Juanjo Ruiz. El artista de Chinchilla, que también es docente, comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de esta muestra, con 35 obras.

¿Obra reciente?

Bueno, Somos es una recopilación de los trabajos de los últimos 15 años y decidí llamarla así, porque es una compilación de mis yos. 

Recoge dibujo y pintura.

No solamente dibujo y pintura, porque también he llevado acuarela y un collage.  

Comenta que es obra de varios años. ¿Se pueden ver muchos cambios?

Pues sí, ha cambiado, lo que pasa es que siempre me muevo en el realismo, en una especie de realismo mágico. En los dibujos hay obras con línea sensible, algunos muy trabajados, en torno al realismo. Luego, he incluido algunos óleos, como un retrato de mi padre, que me ha llevado bastante tiempo hacerlo. En general todos llevan mucho trabajo, incluso hay gente que ha dicho que son hiperrealistas; yo no lo diría.  

¿Realismo mágico?

Sí, sería como una especie de realismo mágico, un poco pesimista. Aparece la figura humana en casi todas las imágenes, sin mucho ruido de fondo, sin mucha información. En espacios donde la figura humana está, de alguna forma, entronizada, espacios neutros totalmente.   

¿Para que el espectador se fije en esa figura?

Sí, como si la figura estuviese en una especie de pedestal y fuese lo importante. 

Como cartel de la exposición utiliza un fragmento de ese retrato de su padre donde se aprecia ese trabajo, especialmente en las manos. 

Es un retrato de mi padre, efectivamente, y Pablo Alfaro y yo decidimos mostrarlo así,  para el cartel de la exposición. Es un retrato casi de tamaño natural. En cuando a lo que apuntas de las manos, a mí siempre se me han dado muy bien, aunque reconozco que es verdad que son muy complejas. Llevo muchos años dibujando y siempre me han llamado la atención las manos, sobre todo cuando estaba en Bellas Artes, en Valencia. 

¿Es complicado compaginar arte y docencia?

Pues la verdad es que sí, estoy en una época en la que no tengo demasiado tiempo para pintar. Lo último que he hecho son cortometrajes, que se pueden ver en YouTube, alguno de ellos premiado en Abycine. Espero sacar más tiempo para pintar este invierno. 

Habla de la figura, ¿algún tema más de interés?

Casi siempre, como te decía, la figura humana en todas sus versiones y más concretamente, el retrato. Podemos ver mucho retrato en acuarela, muchos dibujos de personajes de un mundo bucólico.  

¿El dibujo es fundamental?

Sin duda, es una de las cosas que más me gustan, aunque también hago mucho óleo. El dibujo lo puedes hacer en cualquier momento y siempre queda muy elegante.  

¿Cómo van esos otros caminos que tienen que ver con el cine?

Bien, también soy cineasta y he hecho varios cortometrajes en los últimos años, algunos premiados en festivales, y  casi todos se pueden ver en YouTube. El último que hice fue El mono azul, una historia que tiene que ver también con mi padre y su mono de trabajo. Es un viaje a las antípodas del planeta, contando una historia un poco surrealista. Tengo otro que se llama El cambio, con influencias de los hermanos Coen, Tarantino o Woody Allen.

¿En qué faceta se encuentra más cómodo?

Me gusta todo, pintura, escultura o cine, que es con lo que más activo estoy, aunque por motivos de trabajo, no tengo mucho tiempo.  

¿Qué será lo próximo?

Voy a parar un poco, porque este verano publiqué un libro, Diario de notas persuasivas, que está en Herso. Es un libro que habla de los grandes temas de la vida.