Aspiran a duplicar las operaciones de obesidad mórbida

Teresa Roldán
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El doctor Pedro Cascales informó que la Unidad Endocrino-Metabólica que está a su cargo como jefe de Sección realizó 15o intervenciones durante el año 2023

Imagen de archivo de varios profesionales de Cirugía General durante una intervención de obesidad mórbida con laparoscopia. - Foto: Rueda Villaverde

Durante el pasado año, el Servicio de Cirugía Endocrino-Metabólica y Bariátrica de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete realizó 150 intervenciones quirúrgicas, entre las cirugías de tiroides, suprarenal, paratiroides, tumores endocrinos abdominales, así como las operaciones  de cirugía bariátrica para pacientes con obesidad.

En concreto, el jefe de Sección de Cirugía General y Aparato Digestivo, el doctor Pedro Cascales, informó que de media al año vienen realizando en los últimos ejercicios 20 cirugías de obesidad mórbida, una intervención que prácticamente se paralizó con la llegada de la pandemia del coronavirus, y que ahora se está volviendo a dinamizar y potenciar. «El problema es que, como también operamos de cirugía de tiroides, en cuanto nos llegan cánceres de tiroides o nódulos tiroideos sospechosos o tumores suprarenales o endrocrino abdominales es prioritario y eso hace que se operen menos casos de obesidad mórbida  y se prioricen las cirugías», agregó.

Esta situación hace que la demora para someterse a una cirugía bariátrica sea muy elevada, entre el año y medio y los dos años, «pero muchas veces la demora se debe a que algunos pacientes no están en las mejores condiciones para someterse a esta operación».

El doctor Cascales confió en alcanzar al finalizar este año las 35 intervenciones de cirugía bariátrica de pacientes con obesidad mórbida, ya que desde el Servicio «tenemos una previsión para realizar entre dos y tres de estos procesos al mes», también con el objetivo de ir reduciendo la lista de espera que existe para este procedimiento, que es importante.

«Se trata de pacientes que son candidatos a una cirugía de la obesidad porque no han adelgazado por medio de otros tratamientos farmacológicos o de la dieta; son enfermos que llevan más de cinco años intentando bajar el peso y reducir así el índice de masa corporal, pero no lo consiguen», agregó el cirujano especialista en estas intervenciones, que aseguró que la edad ya no es una limitación, porque incluye se interviene a pacientes mayores de 60 años. «Otra cosa es la técnica que se realiza en cada caso: unas son restrictivas y otras mixtas, dependiendo de cada caso y del perfil alimenticio de cada persona y en concreto de sus hábitos de vida se indica una u otra cirugía; desde la unidad diseñamos una técnica para el abordaje de este problema de salud adaptada y personalizada a cada paciente», apuntó el cirujano general.

Previamente antes de pasar por el quirófano los candidatos a una cirugía de obesidad mórbida pasan por un circuito preoperatorio de especialidades, como es Endocrinología y Nutrición, Psicología y si es necesario también por Neumología, con el fin de corregir o prevenir las comorbilidades que lleva asociada la obesidad.

El doctor Pedro Cascales aclaró que «esta intervención no es cirugía estética ni plástica, sino que es cirugía para mejorar las enfermedades que se asocian a la obesidad, como las enfermedades cardiovasculares o el síndrome de apnea del sueño, diabetes, hipertensión, así como los problemas sociales y las relaciones sexuales de pareja, entre otros problemas». 

No obstante, el doctor Cascales advirtió que «el grueso mayor de pacientes que tenemos en lista de espera no es para cirugía bariátrica, sino que se corresponde con los que tienen patología tiroidea, tanto benigna como maligna».

Es más «el problema de la enfermedad tiroidea es que hay una serie de nódulos que son sospechosos y por tanto los pacientes con estas dolencias tienen prioridad, porque son susceptibles de tratamiento quirúrgico; además del correspondiente análisis del contenido del nódulo extirpado».

Al año se realizan entre 80 y 90 de estas cirugías de tiroides. En concreto, citó los dispositivos nuevos de fuentes de energía que han surgido en las últimas décadas, en concreto, el de sellado vascular bipolar y el bisturí armónico, junto con la neuromonitorización, una herramienta de la que dispone el cirujano para evaluar durante la cirugía el funcionamiento de los nervios de la voz, «algo que es muy importante en este tipo de cirugías.

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