Editorial

Las terrazas de la hostelería, entre el negocio y la convivencia

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El sector de la hostelería fue uno de los más castigados por la pandemia del coronavirus, con cierre de los establecimientos durante algunos períodos y con importantes medidas de restricción durante otros que redujeron los aforos y, por tanto, los ingresos. La vuelta a la normalidad sanitaria también trajo la recuperación de unos negocios que, sobre todo para los empresarios que cuentan con locales pequeños, tienen en las terrazas que instalan una fuente de ingresos adicional y que también permite que muchos puedan seguir en marcha.

Las terrazas forman parte del decorado de la ciudad y, en la actualidad, las autorizadas por el Consistorio de Albacete son 229 anuales y 106 estacionales, mientras que se contabilizan otras 98 que se engloban en las dos modalidades, ya que existen empresarios que solicitan una parte anual y otra estacional para la instalación de terrazas en sus negocios. El último espacio de la capital en acoger terrazas ha sido la recién peatonalizada calle Ancha, desde Tinte hasta el Altozano, zona para la que el Consistorio capitalino aprobó un plan específico de terrazas, de los que ya existen para otros espacios, y que establece que se da prioridad al tránsito peatonal como criterio principal en el diseño de las instalaciones.

Las terrazas no sólo son una fuente de ingresos para los establecimientos hosteleros que las instalan, sino también para las arcas municipales en forma de impuestos que se pagan por ellas, pero al mismo tiempo deben garantizar la convivencia con los vecinos de sus barrios, en particular, y de toda la ciudadanía, en general, mediante el cumplimiento de la ordenanza de instalación de terrazas que entró en vigor a finales del año 2017. Por el cumplimiento de esta norma vela la Policía Local, que el año pasado tramitó más de un centenar de expedientes sancionadores por incumplimientos, siendo la principal causa instalar las mesas y las sillas en la vía pública sin autorización, seguida por la ocupación de una superficie mayor a la autorizada. Otras causas están relacionadas con la colocación de terrazas fuera del horario autorizado, por poner elementos no permitidos, por ocupar más del 25% de la superficie autorizada -sanción grave- y por negarse a la retirada de la terraza una vez denegada o anulada. Este centenar de sanciones contrasta con las 44 del año 2021, cuando había más restricciones por el Covid.

Por tanto, es evidente que hay que respetar los negocios del sector hostelero, que es generador de empleo, pero también a los ciudadanos con el cumplimiento de la ordenanza actual, porque la buena convivencia es fundamental en una ciudad en la que el ocio en estos establecimientos tiene una gran relevancia.