Sergio Felipe puso todo y los novillos no le dejaron nada

Pedro Belmonte
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El albacetense y los toledanos 'Villita' y Miguel Zazo, que se presentaba en Las Ventas, no pudieron, aunque demostraron que deben volver a Madrid en otras condiciones

Imagen de la faena de Sergio Felipe. - Foto: Pedro Belmonte

Sin opciones ninguno de los tres novilleros que ayer se las vieron con una novillada, con hechuras de corrida de toros en la primera plaza del mundo. El albacetense Sergio Felipe y los toledanos Villita y Miguel Zazo, que se presentaba en Las Ventas, quisieron y no pudieron, aunque los tres demostraron que deben volver a Madrid en otras condiciones.

No tuvo opciones Sergio Felipe con el que abrió plaza, un novillo que tenía presencia de toro, aunque embistió sin transmisión, y con el que el de Alcadozo estuvo con ganas, pero sin opciones. Lo toreó templado por el pitón izquierdo, con el que abrió la faena y lo intentó, aunque apenas caló en el tendido, y por el derecho no tuvo entrega, pasándolo con limpieza y sin que llegara igualmente al tendido. Una pena porque las intenciones se vieron disipadas por las condiciones del novillo y la frialdad del tendido. Estocada tendida y dos descabellos, echándose el utrero, dio paso al silencio de la plaza.

El segundo de su lote, otro toro, aunque sin cumplir los cuatro años, no se dejó con el capote, sin centrarse ni emplearse. Bien picado por Richar Romero, quien lo cogió de largo arriba, pero en banderillas no se dejó, costándoles a la cuadrilla completar los cuatro palos. La faena tuvo verdad y riesgo, aunque nunca llegó a romper hacia adelante el de Gabriel Rojas, a pesar de que Sergio lo intentó, pisó terrenos comprometidos y se puso en su sitio, con finales de mucho mérito, de frente y uno a uno. No anduvo fino con el pincho y se volvió a silenciar el trasteo.   

El segundo de la tarde tampoco tuvo la entrega que el torero hubiese querido. Villita anduvo muy entonado, con el tendido ya acomodado y metido en la corrida, el novillo tuvo nobleza y poco más, pasándolo con limpieza y templado. No anduvo acertado con la espada, y se silenció su labor.

Le puso casta Villita a su trasteo en el quinto de la tarde, un novillo con 505 kilos que tuvo la misma falta de casta que sus hermanos, pero con el que el toledano quiso a base de quedarse quieto, llegando a tendido en algunos momentos de la faena. Estocada tendida y tres descabellos, fue el preludio de s segundo silencio.

Miguel Zazo se presentaba en Las Ventas y con el primero de su lote, no tuvo demasiadas opciones, con un novillo que esperó en banderillas y que en la muleta embistió con nobleza y poco más, a que metía bien la cara pero que al tercer muletazo protestaba. No anduvo confiado el de Toledo y aunque correcto, no tuvo altura la faena. Pinchazo, media y descabello fue el epílogo de la faena.

Aunque en un primer momento parecía que el de Rojas le daría más opciones, enseguida las opciones se disiparon, otro silencio.