El alcalde de Casas Ibáñez asume "su" parte de responsabilidad

E.F
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José María García reconoce que la actual Corporación lleva «cuatro meses de retraso en la aprobación de los presupuesto, pero cuatro meses, no dos años como le pasó al PP»

José María García, alcalde de Casas Ibáñez. - Foto: JCCM

El alcalde de Casas Ibáñez, José María García, reconoció ayer a La Tribuna de Albacete que la intención del equipo de Gobierno municipal es aprobar un nuevo presupuesto, pero que las buenas intenciones son una cosa y las duras realidades son otra muy distinta.

Como se recordará, el Ayuntamiento de Casas Ibáñez lleva ya tres años seguidos con las cuentas prorrogadas o, lo que es lo mismo, con el último presupuesto que se aprobó en 2021, cuando el Partido Popular y Ciudadanos rompieron su pacto de Gobierno.

«Yo no pienso rehuir mis responsabilidades, las asumo», afirmó, «y soy enteramente responsable de llevar cuatro meses de retraso en la aprobación del presupuesto, que debía estar en enero de 2024, pero cuatro meses, no más de dos años como le pasó al Partido Popular».

Dos años que, además, podían ser más de tres, «porque si el PP pudo aprobar los presupuestos municipales de 2021, fue porque el Partido Socialista quiso ser generoso con el equipo de Gobierno y responsable con  los vecinos, lo que nos llevó a abstenernos».

García recordó, además, que estas cuentas se prorrogaron en dos ocasiones bajo el Gobierno del PP,  en 2022 y 2023, «porque el entonces alcalde sabía que no tenía mayoría suficiente para aprobarlos, estaba enemistado con sus  antiguos socios de Ciudadanos y no quería dar pie a una crisis en el Gobierno local para seguir en el puesto hasta el final».

Un enorme enredo. El problema, señaló, lo pagaron los ciudadanos, que padecieron las consecuencias de un Ayuntamiento sumido en la parálisis, «y ahora lo tenemos que arreglar nosotros, que  nos hemos encontrado con un enredo de tal calibre que aún no pudimos sacar las cuentas nuevas».

Según explica el actual alcalde ibañés, los servicios técnicos municipales lidian ahora mismo con la liquidación de las cuentas del 2023, que se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los funcionarios y el equipo de Gobierno, a causa de las prórrogas anteriores y su gestión.

«Hemos visto que hay  gastos que se hicieron sin expediente, sin contrato, ejecutados mediante acuerdos verbales, y tenemos a los técnicos municipales  en medio de la dificilísima tarea de tener que desentrañar toda esta madeja».

En este sentido, García puntualizó que «la labor que hacen los funcionarios y, entre ellos, los del área de Intervención, es encomiable, lo único que puedo decir de ellos es que hacen una labor impagable, pero hasta que no la terminen y se presente la liquidación no vamos a poder sacar las cuentas».

Sobre el presupuesto de 2024, señaló que «ya tenemos un borrador» y que, una vez presentada la liquidación de 2023, comenzará su tramitación, «y la intención de este equipo de Gobierno es que las cuentas estén listas antes de julio».

Entretanto, y muy a su pesar, la única opción posible es prorrogar una última vez las cuentas, que es lo que se vio en el Pleno del pasado mes de febrero, tal y como publicó  este rotativo hace escasos días, a través de una dación de cuentas.

La decisión se adoptó a través de una resolución de Alcaldía firmada por el actual regidor municipal, el socialista José María García, de la que se dio cuenta al plenario en la sesión celebrada el pasado 15 de febrero.

«Aunque la intención del equipo de gobierno es aprobar un presupuesto para el año 2024 de momento se ha tenido que decretar también la prórroga del presupuesto de 2021», indica el acta.