El combatir el problema de las listas de espera en Sanidad es algo que une a todos los principales partidos políticos que concurren a las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha. Pero cuando esa comparativa se traslada a otras áreas de su programa electoral no se logra semejante complicidad. La Educación, sin duda otro de los pilares que todo votante cuida a la hora de acudir a las urnas, es la prueba de ello, puesto que en esta materia cada candidato tiene su programa particular.

El Partido Socialista pone en el número uno de sus promesas electorales en materia de Educación la climatización de las aulas. El cambio climático está conllevando que cada vez el calor haga acto de aparición antes, complicando el desarrollo de las clases y convirtiéndose en una problemática que el candidato Emiliano García-Page promete solventar.

Además, el PSOE promete que si ellos ganan se ofertarán 4.000 plazas públicas en Educación y se aprobará una Ley de FP para crear 10.000 nuevas plazas.

Por último, añaden que la matrícula universitaria será gratuita el primer año y que darán un nuevo impulso a la educación infantil de 0-3 años.

Curiosamente, estos dos últimos aspectos del programa socialista se parecen a dos puntos claves de Podemos y Cs, respectivamente.

La formación morada lleva como propuesta fuerte en Educación la gratuidad la 100% de las matrículas universitarias, tanto en grados como en máster, una medida con la que pretenden que todos los que hagan la EvAU en Castilla-La Mancha se queden a estudiar en la región.

Ciudadanos, por su parte, lleva esa misma gratuidad a la educación de cero a tres años y un cheque universitario.

Un plan de choque para mejorar el sistema educativo y otro de convivencia para combatir lacras como el acoso escolar cierran el programa de Carmen Picazo.

El PP, por su parte, considera que «una educación de calidad es un pilar básico sobre el que se construye el desarrollo económico y social de un país», por lo que promete libertad de los padres para elegir el centro educativo a la vez que garantizarán la neutralidad ideológica en las aulas, una cuestión de la que culpan «a una izquierda que aboga por convertirla en campo de batalla y experimentación ideológica».

Además, Paco Núñez no se olvida de la cantidad de burocracias a la que están sometidos los profesores en la actualidad, y considera necesario reducir las tasas de temporalidad y precariedad de los docentes. También se compromete a reducir al mínimo las jornadas parciales a la hora de contratar profesorado.

Vox, por su parte, está de acuerdo con los 'populares' que no quiere ideología en las aulas; pero ellos la especifican concretamente, y señalan que quieren «expulsar toda ideología progre» de la Educación.

Políticas para acabar con el absentismo y el fracaso escolar completan su programa en el área de Educación, así como trabajar para lograr la excelencia en FP y en la universidad autonómica.