«Ros es un clásico héroe decimonónico»

V.M.
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El escritor murciano Jerónimo Tristante presentará hoy en Popular Libros la última aventura del detective 'Víctor Ros', muy popular a raíz de su adaptación televisiva

El escritor Jerónimo Tristante (Murcia, 1969) presentará hoy en Popular Libros, a partir de las 19,15 horas,  la última entrega de la saga protagonizada por el detective Víctor Ros, un personaje que le ha deparado muchas satisfacciones a su autor y que saltó a la popularidad a raíz de su adaptación a la pequeña pantalla por parte de Televisión Española. En Víctor Ros y el gran robo del oro español (Plaza &Janés), el policía debe resolver el robo de buena parte del tesoro nacional en un país asolado por la crisis económica.

Podría decirse que estamos ante el caso más complicado y de mayor envergadura para el popular detective, tal y como el propio autor reconoce. «Hay que tener en cuenta que como yo lo concebí como un superdetective, Ros aborda casos realmente espectaculares y en esta ocasión deberá marchar a Londres para recuperar el oro español en un tiempo realmente record y encima perseguido por dos asesinos... será, sin duda, una de las aventuras más difíciles que ha debido acometer».

«Es una novela muy dinámica -reconoce Tristante  La Tribuna-, donde hay mucha acción y una gran cantidad de personajes, todo ello aporta a la obra un ritmo frenético y eso resulta muy atractivo para el lector, que vivirá una gran aventura al estilo de las del folletín del siglo XIX».

El novelista entiende que la cantidad de aristas de este personaje es otro secreto de su éxito, «sobre todo porque Ros es un clásico héroe decimonónico y quizás la gente está algo cansada de la figura del antihéroe, por eso un protagonista que es un héroe positivo gusta tanto, además de otras características, por ejemplo su capacidad de leer en las personas como un libro abierto, ser un hijo de La Latina y ser un liberal de aquella época, donde todavía existen muchas reminiscencias del Antiguo Régimen».

Preguntado por qué le pareció el resultado final de la serie televisiva, Jerónimo Tristante reconoce sentirse bastante satisfecho. «Es un producto muy bien hecho, con un nivel de calidad altísimo, tanto el casting como la ambientación son espléndidos... me consta que en TVE están también contentos, de hecho además de la buena audiencia tuvo sendos premios enHamburgo y Nueva York y se vendió a otros países como Italia o Francia».

A lo largo de su trayectoria, el novelista ha recurrido incensantemente a la intriga para armar la acción de sus obras, en ese sentido reconoce ser «muy holmesiano, me gustan mucho Conan Doyle y un autor que fue uno de los encargados de la resurrección del género  y de propiciar la aparición de la novela policíaca moderna, Wilkie Collins; en cualquier caso yo no soy lector de género, leo un poco de todo, por ejemplo me encantan Paul Auster, Charles Dickens o Alejandro Dumas».

En este sentido, Tristante hace aparecer en la acción de esta novela a un mito de la literatura del siglo XIX:  Sherlock Holmes. «Hay un pequeño cameo del personaje, que se encontrará con Víctor Ros en un albergue para mendigos; ambos reconocen mutuamente su admiración por el otro y terminarán ayudándose. Siempre había pensado que si un buen día Ros iba a Londres debería encontrarse con Holmes, me hacía muchísima ilusión reunirlo con el detective más famoso de todos los tiempos, ambos se valen del razonamiento lógico deductivo para resolver los casos, pero mientras Víctor es un personaje popular, hecho a sí mismo, que incluso fue un delincuente de joven, Sherlock Holmes no deja de ser un aristócrata pasado de rosca que sólo disfruta en la vida desentrañando casos y lo demás le da un poco igual».

Cuidada ambientación. En el caso que nos ocupa, la ambientación deja de ser una excusa y pasa a erigirse como un elemento fundamental de la trama, «sobre todo teniendo en cuenta que  una de mis ilusiones sería poder viajar en el tiempo, por eso empecé a escribir, porque mis noveles son pequeñas máquinas del tiempo para viajar a aquellos período de la historia que me hubiera gustado mucho conocer». Dentro de esas etapas, el siglo XIXes uno de los preferidos de Jerónimo Tristante,  «además en el caso de España fue una centuria espectacularmente agitada, con una atmósfera ambivalente: de una parte ese optimismo a ultranza por las nuevas aportaciones de la tecnología y la ciencia y por otra parte el pesimismo atroz derivado del desastre del 98, es un clima de lo más sugerente», reconoce.

La trayectoria de Víctor Ros tiene en Aldanza un polo opuesto que parece básico en la construcción de la historia, de hecho su propio creador decidió resucitar a este personaje que mató en la primera entrega, «máxime teniendo en cuenta la excelente actuación del actor Helio Pedregal en la serie televisiva, me di cuenta enseguida que debía recuperarlo porque contribuye a contraponerlo a Ros, al modo de los trucos que utilizaban los autores de los folletines:  cuanto más malo es el malo, mejor es la historia».

Finalmente, Tristante adelantaba a este diario que actualmente está inmerso en la redacción de una novela de amor a través del tiempo, que también está ambientada también en el siglo XIX.