Redobles de tambor y toques de corneta retumbaron en los alrededores de la Catedral a partir de las siete de la tarde, despedidos por el tañido de las campanas de la catedral en medio de la atenta devoción de los fieles.

Pero no, no era la Semana Santa, aunque el cariño era igual de intenso. Se trataba de la procesión de la Virgen de los Llanos, que salió acompañada del obispo de Albacete, Ángel Fernández, así como los integrantes de la Real Asociación. 

Como es habitual, también estuvieron presentes autoridades civiles, militares, religiosas pero también una nutrida representación de asociaciones, casas regionales, cofradías y hermandades presentes en la capital manchega.

Eso también implica que ayer, a la Patrona de Albacete, le cantaron  y rindieron homenaje por las calles de la ciudad en cientos de formas distintas, para demostrar que la devoción a Nuestra Señora de los Llanos no conoce fronteras.

A medida que la cabeza de la procesión se alejaba hacia la calle Méndez Núñez, camino de la Plaza Mayor, se podían escuchar jotas aragonesas, seguidillas manchegas y sones rocieros, además de ver toda una panoplia de trajes regionales de varias partes de España.

En cuanto el recorrido, este año   volvió a cambiar respecto al del año anterior, ya que en 2022 el itinerario previsto se vio afectado por las obras que se llevaban a cabo en el centro de la ciudad.

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