Caminos paralelos

C. Guzmán
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Los primeros pasos del CB Almansa y Albacete Basket en LEBOro presentan parecidos asombrosos que no anticipa necesariamente un desenlace similar

Bobby Harris (CB Almansa) y Víctor Moreno (Albacete Basket), durante la final del Trofeo de la JCCM disputada en La Roda. - Foto: Rubén Serrallé

La presencia del BarValencia CBAlmansa con Afanion y el Bueno Arenas Albacete Basket en la Liga LEB Oro de baloncesto está suponiendo todo un hito para el baloncesto provincial, pero también un reto para ambos clubes en su intención de mantener una categoría que tanto les costó alcanzar.

Los comienzos de los equipos en categorías superiores marcadas por el profesionalismo no resultan fáciles. La abundancia de clubes de un potencial económico muy superior, con plantillas de alto nivel construidas para lograr el ascenso a la ACB, traen como consecuencia una diferencia que, en la mayor parte de las ocasiones, resulta insalvable para entidades mucho más modestas que se dan por contentas con participar en la segunda categoría del baloncesto español, uno de los de más enjundia del mundo.

El CB Almansa consiguió el ascenso de categoría en mayo de 2019, y desde entonces se ha consolidado en la LEB Oro, con mayores o menores dificultades dependiendo de las circunstancias. Sus inicios en esta liga estuvieron marcados por un proceso de adaptación que hizo que, al término de las 11 primeras jornadas, hubiera conseguido tres victorias y ocho derrotas que lo situaron en la decimocuarta posición.

Fue a partir de entonces cuando se sacudió cualquier complejo y comenzó a obtener victorias frecuentes hasta la vigésimo cuarta jornada, cuando acumulaba 10 y enfilaba con decisión el camino de la permanencia. Y en eso llegó la pandemia y la resolución del torneo sin descensos como paso previo a la reestructuración de la categoría para la temporada siguiente.

Ahora, el CB Almansa participa en su cuarta campaña en la LEB Oro como un equipo respetado, acostumbrado a vivir en la zona caliente, pero capaz de competir con garantías frente a cualquier adversario por fuerte que sea.

El Albacete Basket consiguió el ascenso tres temporadas después y afronta su primera campaña en una liga que hacía previsible un buen número de dificultades en función de las limitaciones económicas del club. Este pago del novato comienza a recordar el que tuvo que cumplimentar su vecino almanseño años atrás con resultados similares.

El equipo verdinegro también suma tres victorias y ocho derrotas en las primeras 11 jornadas, un balance esperado en función de esa inexperiencia pero que no está nada mal precisamente por ello.

Pero las semejanzas resultan casi asombrosas cuando se comprueba que, además de ese balance general, tanto el CB Almansa 19-20 como el Albacete Basket 22-23 sumaron exactamente los mismos puntos a favor (807), muy parecidos en los encajados (859 los azulones y 870 los verdinegros) con la misma clasificación (decimocuarto). En ambas trayectorias, una de las tres victorias se produjo a costa del Oviedo Baloncesto.

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