La derrota en el Ciutat de València llevó aparejada la eliminación del Albacete Balompié de la fase de ascenso a Primera División y, por tanto, la conclusión de una temporada que ha dejado un gratísimo sabor de boca a los aficionados. 

Concluido el curso llega el momento de los balances individuales y colectivos, pero también de las grandes preguntas. La primera, obviamente, es la situación contractual de la plantilla de jugadores, las idas y llegadas, la planificación de la dirección deportiva y también el rumbo que se va a tomar para una próxima campaña en la que se cuenta con el crédito de lo hecho pero también con un nivel de exigencia alto para intentar, al menos, repetir el rendimiento del último año.

La primera incógnita que hay que despejar es la del propio entrenador. Rubén Albés ha sido la piedra angular del proyecto que cristalizó en una campaña brillante que ha enganchado a miles de seguidores, identificados con el hacer de los futbolistas sobre el terreno de juego. Las dudas llegaron en su última comparecencia en Valencia, donde recordó que tiene contrato en vigor (hasta 2025 en concreto) pero sin afirmar taxativamente que iba a continuar en el club. Los incesantes rumores sobre el interés de equipos de superior categoría, algunos de ellos quizá fundados, dejan sobre la mesa, al menos momentáneamente, la duda.

(Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete (htpps://latribunadealbacete.promecal.es)