"Ser atleta no es rentable a nivel económico"

José Luis Royo
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La atleta natural de Alatoz, que se proclamó subcampeona de Europa en cross mixto por relevos, está en su mejor momento a sus 26 años

Rosalía Tárraga, en un entrenamiento. - Foto: Arturo Pérez

Se acaba de proclamar subccampeona de Europa de Cross Mixto tras haber destacado en pruebas de pista (1.500 y 800 metros) durante gran parte de su carrera. A sus 26 años la atleta natural de Alatoz está en su mejor momento, al que ha llegado a base de esfuerzo físico, pero también económico porque a pesar de sus resultados las ayudas públicas no terminan de llegar y si no es por el apoyo de su familia y porque trabaja para poder hacer frente los gastos lo habría tenido que dejar. Espera que su gran temporada le permita seguir luchando por alcanzar su sueño, estar en los Juegos Olímpicos.

Acaba de proclamarse subcampeona de Europa de cross mixto, ¿se imaginaba esto cuando empezó en el atletismo?

Llevo 13 o 14 años haciendo atletismo y al principio no pensaba en esto, solo en correr y disfrutar. Es cierto que siempre tienes el sueño de llegar lejos, pero no lo piensas mucho. 

Las carreras deportivas de los atletas suelen pasar por varias fases, con buenos y malos momentos. ¿Hay que saber gestionar todo esto para no abandonar a la mitad?

Es una carrera de fondo y hay que ir poco a poco porque hay momentos en los que las pruebas te pueden salir muy bien, pero también hay otras que pueden salir muy mal, por eso el caso de seguir adelante, seguir confiando porque aunque haya momentos malos hay que tener confianza en lo que haces.

¿Cómo fueron sus inicios?

Soy de Alatoz, un pueblo pequeñito, y desde pequeña probaba el deporte que había. Al principio hacía fútbol con los chicos porque era lo que había, hacía también judo o baile, me apuntaba a todo lo que había porque siempre he sido muy activa. En el atletismo empecé cuando fui al instituto en Alpera y el profesor  de EducaciónFísica dijo que tenía un equipo de atletismo y pensé en probar porque ya en el colegio cuando corría siempre ganaba.

¿De ahí ya pasó a entrenar con algún club?

Estuve dos años entrenando en Alpera un par de días a la semana, pero después me vine a Albacete y conocí a un grupo de chicas y a una entrenadora y poco a poco me fue gustando cada vez más. Después me marché a estudiar a Elche y ahí conocía más gente y empecé a entrenar más, aunque casi siempre sola porque mi entrenador estaba en Albacete y no tenía un grupo para entrenar. Llegó un momento en el que tenía que decicir qué hacer con mi vida y decidí irme a Barcelona,  con un entrenador y  grupo de entrenamiento más profesional. 

¿Qué es lo que le hace dar el paso de marcharse a Barcelona?

Fue al terminar la carrera, tuve ese momento de duda que creo que tenemos todos, de qué hacer con nuestra vida, y las opciones eran quedarme en Albacete a preparar una oposición o  darme una oportunidad para hacer lo que siempre me ha gustado y creo que tengo posibilidades de llegar alto.  Tuve el apoyo importante de mi madre, que me dijo que hiciera lo que me gustase.

Se licenció en Ciencias del Deporte y el camino más normal hubiera sido opositar para ser profesora de Educación Física, pero optó por cumplir su sueño.

La verdad es que me he complicado, aunque no descarto lo de la oposición porque la idea de ser profesora me gusta, lo que pasa es que siento que si quiero ser profesional del atletismo y llegar a los Juegos Olímpicos, el momento es ahora que todavía soy joven.

Antes de llegar a Barcelona ya había logrado triunfos importantes.

Sí, había subido al podio en categorías inferiores, pero también en categoría absoluta.

¿Ha notado un cambio en su carrera tras su traslado a Barcelona?

Pues cambiamos el método de entrenamiento para hacer muchos más kilómetros. Antes entrenaba, pero  ganaba más por el talento, porque en categorías inferiores tienes talento y puedes llegar, pero ahora tengo que entrenar de forma más profesional, dejando de hacer cosas para priorizar el descanso y a dedicarme más al atletismo, porque antes había que compatibilizarlo con los estudios y el trabajo. Ahora lo más importante es el atletismo.

¿Esperaba ser convocada por la selección española o fue una sorpresa?

Cuando llegué a Barcelona le dije a mi entrenador que quería ser internacional porque era algo que, a pesar de haber destacado en categorías menores, no lo había conseguido. Tenía claro que en categoría absoluto era mucho más difícil ser internacional, pero era algo que tenía entre ceja y ceja. Este año estábamos intentando hacer el cross largo porque el año pasado me quedé como primera reserva y estaba empeñada en que quería ir sí o sí. Cuando llegó el Campeonato de España por Clubes, que era una carrera importante para clasificarme, no tuve mi día, por eso cambié de mentalidad y decidí hacer el cross corto, no era algo que me hubiera preparado, pero al final es un 1.500 que es mi distancia y fui con mucha fe, pero mis rivales eran bastante fuertes. Durante la carrera, cuando tenía que pegar el cambio de ritmo no tenía fuerzas y cuando llegó la recta final  mis rivales perdieron fuerzas y vi que podía alcanzarlas, pensé y si es que sí, apreté y me metí en el último metro, quedé segunda y eso me dio acceso a esta internacionalidad. Es algo que había estado buscando, pero hasta que no lo consigues no te lo crees.

Para conseguir estos objetivos habrá tenido que trabajar mucho y hacer mucho sacrificios, ¿se ha perdido muchas cosas por el atletismo?

Sí, pero hago esto porque me gusta, prefiero irme a entrenar un domingo por la mañana por la montaña que irme que con mis amigas de fiesta. Es cierto que hay veces que me apetecen más otras cosas como estar con mi familia o ir a un cumpleaños, pero por tener que entrenar o estar de concentración, no lo puedo hacer. La mayor parte del tiempo me gusta lo que hago y sacrificaría todo, pero también hay momentos en los que tengo que elegir.

En sus inicios destacó en pista y ahora parece que le va más el cross, ¿qué le gusta más? 

Desde pequeña hacía de todo, me gustaba bastante el cross, pero llegué a una edad en la que subí a muchos kilómetros, pasé de hacer cuatro a 10 en sub-23 y como no entrenaba mucho se me hacía muy largo y me pasé a pista a hacer distancias más cortas como 1.500 y 800 metros. Pero al irme a Barcelona cambié el método de entrenamiento y a hacer más kilómetros, lo que me hizo sentirme más cómoda en distancias más largas y he estado a punto de ir al Europeo y ahora quiero intentar el Mundial. Confío en este método de trabajo porque creo que puedo conseguir lo que quiero.

¿Se puede decir que 2022 fue su mejor año? 

Sí, aunque antes las temporadas acababan en septiembre y ahí podías hacer el balance, y hasta ese momento había mejorado marcas desde 800 y hasta 10.000 metros, por números ya era  mi mejor temporada, pero si la contamos hasta diciembre, sin duda que lo es porque llegó mi primera internacionalidad y la medalla europea.

Pertenece al Valencia, uno de los clubes más laureados de España, ¿cómo se produjo su fichaje? 

Pues fui yo más la que los busqué a ellos. Estaba en el Elche, pero descendió  y  como ya no iba a vivir en Elche, me daba igual el club y decidí apostar por un equipo grande y al final estamos muy contentas las dos partes. Esta temporada voy a seguir y no busco cambiar.

Usted tiene su propio entrenador, pero pertenece a un club, ¿de qué se encarga el equipo? 

Es algo difícil de explicar, yo compito por Castilla-La Mancha, vivo en Barcelona y pertenezco al Valencia. Esto no es un equipo de fútbol, lo que hace el e1 club es convocarme para las competiciones por equipos y yo acudo, pero entreno por mi cuenta con mi entrenador.

Para llegar hasta donde ha llegado se necesita dinero y un atleta no gana lo que un futbolista, ¿cómo se financia todo esto? 

El apoyo principal es la familia, aunque al estar a un nivel más alto voy consiguiendo algo más, pero no es nada fijo, porque si me lesiono no hay ingresos. Ahora tengo ingresos del club y de las carreras, pero si tengo una mala temporada no gano nada. Por ejemplo, en la pandemia no conseguí dinero porque además estuve lesionada. Ser atleta no es rentable a nivel económico.

¿Recibe ayudas de las instituciones públicas? 

A nivel nacional cada vez es más difícil conseguir ayudas, por ejemplo, por ser subcampeona de Europa no tengo beca, a nivel de Castilla-La Mancha está mal, porque solo hay una beca y es para todos los deportes y este año me la han denegado porque no llegaba el presupuesto.Creo que en Castilla-La Mancha deberían ayudar más. La que me han denegado es de hace dos años cuando quedé campeona de España, igual cuando me tengan que dar la de este año no vale con ser subcampeona de Europa y tengo que ser campeona del Mundo, cada vez está más difícil.

¿Que espera de 2023?

En febrero es el Mundial de Cross y voy a intentar ir porque es en Australia y puede ser una gran experiencia. Además este año está el Mundial de pista en Budapest, pero va a ser muy difícil, aunque lo voy a intentar. Mi intención es bajar la marca en 1.500 de cara a 2024 que son los Juegos Olímpicos por entrar en grandes competiciones que me den opciones de ir a los Juegos. Antes te clasificabas por mínima, pero ahora hay un programa de puntos en un ránking mundial y eso depende de las carreras que corras, cuanto más importante es la competición más puntos puedes lograr, por eso es clave entrar en esas competiciones para lograr puntos.

En Alatoz le hicieron un reconocimiento recientemente, ¿cómo fue la experiencia? 

Fue una sorpresa y estoy muy contenta de que mi pueblo reconozca lo que hago, porque aunque no vivo allí, siempre lo tengo muy presente.