El entrenador del Albacete, Rubén Albés, calificaba la primera vuelta de su equipo como de «notable bajo» a falta del último partido que se disputará hoy a las 14 horas en el Carlos Belmonte frente al Ibiza y que servirá también para cerrar el 2022.
Lo cierto es que la calificación para el equipo manchego sea todavía mayor, pero haber estado muchas jornadas en la zona de playoff aumentó en cierto modo la exigencia, pero no se puede olvidar que el Alba es un recién ascendido y cuenta con el penúltimo tope salarial de la categoría, es decir, 20 equipos cuentan con más recursos para sus plantillas.
Un triunfo hoy supondría alcanzar los 32 puntos, una cifra espectacular que llevaría al equipo al sobresaliente, pues ese es el sentimiento que tiene la afición, que más allá de los resultados ha disfrutado con el juego ambicioso y alegre propuesto por un entrenador valiente que ha encajado como anillo al dedo en este nuevo proyecto.
Enfrente estará el colista, el Ibiza, donde Lucas Alcaraz, querido por la afición manchega por su reciente paso por el Alba, ha conseguido en poco tiempo poner más orden en el campo a un equipo que era un desastre y que ahora tiene una mayor solvencia defensiva y ha conseguido marcar en todos los partidos desde que llegó el granadino.
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