Garantizar el 'reposo' cuando llega el final

E.R.J.
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El Ayuntamiento de la capital, a través de la Concejalía de Asuntos Sociales, se hace cargo del coste del féretro, enterramiento y nicho, cuando quien muere no tiene recursos, ni parientes que lo asuman

La familia es clave en los momentos más duros. Y en los finales. Cuando fallece uno de sus miembros hacen piña y, si éste no dispone de un respaldo económico, normalmente responden ante esta circunstancia, para darle un enterramiento digno. Pero hay excepciones. Hay personas que no cuentan con este apoyo impagable y ahí es donde entra en juego la labor del Ayuntamiento.«Hay que atender a estas personas, por humanidad, no es una labor de la que se pueda presumir, sino que es más que nada atender una necesidad», comenta la concejal de Asuntos Sociales del Consistorio albaceteño, María Gil.El conocimiento de los casos concretos que llegan a los responsables municipales y que «afortunadamente no son muchos», apunta Gil, se hace a través de la funeraria. Es ésta la que acude en primer lugar cuando se certifica el fallecimiento de alguien.