Benjamín Franklin decía que en la vida sólo hay dos cosas seguras, la muerte y los impuestos. Puede que eso sea cierto en el resto del mundo pero, en el caso de Albacete, hay una tercera cosa que es casi igual de inmutable: que Sinforiano Montes sea el alcalde de Montealegre del Castillo, cargo en el que se ‘estrenó’ hace casi 53 años, en 1965.

El año que viene, habrá nuevas elecciones autonómicas y municipales y, si Dios quiere, el decano de los alcaldes de la provincia se presentará a las primarias de su partido en la localidad, para ser el candidato del Partido Popular a la Alcaldía montealegrina y pedir de nuevo el respaldo de sus conciudadanos para ocupar el sillón de alcalde. 

¿Es que se quiere morir con las botas puestas?

No, en absoluto. Si los afiliados del PP y los vecinos me renuevan la confianza, me presentaré por última vez. Lo digo con claridad, el próximo mandato será para mí el último, después lo dejo.

¿Cómo se hace para aguantar más de medio siglo de alcalde?

Es sencillo, a los alcaldes primerizos siempre les digo que sólo hay que aguantar los primeros 30 años, a partir de ahí todo se vuelve mucho más fácil. En serio,  es un trabajo que te da la vida, no creo que haya mejor puesto que ser alcalde de tu pueblo ni mejor premio que contar con el cariño y el respeto de tus vecinos.

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