Es mucho más que sencillo, cercano y antidivo. Lo que mejor dibuja y retrata la personalidad de Manolo García es su calidad humana. El ser entrañable. Y, claro, además de un artista con cerca de cuatro décadas en la cresta de la ola. Con sus canciones, sí. Aunque se da la paradoja, como confiesa a La Tribuna, de que se siente «más pintor que músico». Una frase que repitió en varias ocasiones en sus contactos con prensa y fans - «mejor seguidores, no me gusta mucho la palabra fan», puntualiza - precisamente con Cuerpos celestes, la amplia exposición de sus cuadros inaugurada a principios de este mes y que estará colgada -por cierto, ya con récord de visitantes- en el madrileño Centro Cultural Casa de Vacas del Parque del Retiro y podrá disfrutarse hasta el próximo día 24. Una muestra que le gustaría repetir en Albacete. 

Son más de doscientos cuadros los que este polifacético artista ha seleccionado para la exposición «con mucha dificultad para elegir entre ellos, porque son como los hijos, a todos los quiere uno igual», dice, «pero, claro, alguno tenía que coger». Por idéntica razón su idea es no vender ninguno, como es habitual en las alrededor de veinte muestras, la primera en 1992 en Mallorca, que ha realizado en otras ciudades con anterioridad, salvo algún fuerte compromiso, y en este caso su importe lo ha cedido siempre a diversas entidades y organizaciones benéficas. 

Estos especialísimos cuerpos celestes en forma de cuadros  reúnen las diversas técnicas que domina dentro de la pintura, además de collages, dibujos e incluso alguna escultura, que repasan su largo recorrido, con obras de 1977 hasta hoy, con lo que se puede considerar una exposición retrospectiva. Aunque él no quiere etiquetas y resume su estilo afirmando que es surrealista. «Se trata de mi conciencia social, de expresar en ellos, más que en mis canciones, la rabia que siento por las continuas injusticias del mundo, y que aunque pasen los años y mejoremos en algo, ahí están siempre».

Esta explicación y muchas otras salieron a la luz en la rueda con los medios de comunicación en la que él mismo presentó la muestra. Pero sobre todo en los dos días que la pasada semana dedicó en exclusiva a sus partidarios que llenaron el auditorio del Centro Cultural Casa de Vacas para explicarles qué es lo que iban a ver. Para ello se desplazó expresamente desde Barcelona, a pesar de que por las secuelas de la Covid que sufrió -y de las que se encuentra casi totalmente recuperado, aunque le obligaron a aplazar la gira de presentación con su nuevo álbum-, los médicos le recomendaron tranquilidad y reposo.

Sin embargo, aunque también suspendió otro tipo de actos, insistió en no faltar a esta cita con la que se había comprometido más por esta recepción con los admiradores que por la muestra en sí.

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