La candidatura conjunta de España y Portugal para albergar el Mundial 2030 ha experimentado un acelerón tras el anuncio de la retirada de Reino Unido e Irlanda y su intención de presentarse como sede de la Eurocopa 2028.
Ambos eran los proyectos europeos que habían mostrado de forma explícita su intención de acudir a la carrera hacia el Mundial 2030, si bien también habían surgido otras opciones, como, por ejemplo, otra candidatura conjunta integrada por Bulgaria, Grecia, Rumanía y Serbia.
En cambio esta última, según explicaron fuentes de la Federación Rumana de Fútbol (FRF), no ha avanzado en los detalles técnicos del proyecto y está en suspenso, aunque no está descartada formalmente.
Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, aseguró hace más de dos años que su pretensión era que tan solo se presentase una candidatura europea. Con la retirada de la británica-irlandesa la de España y Portugal tiene vía libre, aunque el proceso en sí no ha comenzado.
Este, según confirmó en su día la FIFA, arrancará a mediados del presente año y la decisión definitiva no se adoptará hasta el Congreso del máximo organismo futbolístico mundial de 2024, es decir, seis años antes del torneo.
Será un proceso igual al implementado para la elección de la sede de 2026, en el que cada candidatura que se presente será examinada y recibirá una puntuación que se hará pública. Las votaciones del Congreso también serán públicas. Hasta la elección de los Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022 la decisión la tomaba el Comité Ejecutivo de la FIFA.
El 13 de junio de 2018, en vísperas del Mundial de Rusia, el Congreso de la FIFA celebrado en Moscú votó a favor de la candidatura conjunta de México, Estados Unidos y Canadá para 2026 -el primero con 48 selecciones- con 134 votos frente a los 65 de Marruecos y una única abstención. El proyecto marroquí avanzó entonces su intención de volver a intentarlo para 2030.
España organizó el Mundial de 1982 y fue sede de la fase final de la Eurocopa de 1964. Portugal fue la sede del torneo continental en 2004, así como del Mundial sub-20 de 1991. La candidatura ibérica entra ahora si cabe con más fuerza en un proceso en el que aún se desconocen realmente todos los rivales que pueden aparecer.
Está, en un principio, asegurado el proyecto conjunto sudamericano de Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile, aunque en los últimos meses han aparecido otras muy diversas opciones, como Marruecos, que lo ha intentado sin éxito para las ediciones de 1990, 1998, 2006, 2018 y 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
Los nombres de Israel, Egipto, Australia y hasta Camerún, que acaba de albergar la Copa de África de Naciones 2022, también han surgido en la escena de la carrera hacia el Mundial 2030, que tomará el testigo del de Canadá-Estados Unidos-México 2026.
Europa albergó por última vez el Mundial en Rusia 2018, la Conmebol en Brasil 2014, África en Sudáfrica 2010, Asia tiene este 2022 el de Catar 2022 y la Concacaf está descartada por ser la que lo acogerá justo antes. Oceanía es la única Confederación que nunca ha sido sede de un Mundial absoluto.