El juego patológico es una de las adicciones sin sustancia contemplada en la clasificación internacional de enfermedades CIE-10 y DSM-5. Esta última la incluye dentro de la categoría de las adicciones, al mismo nivel que las drogodependencias y el tabaquismo.

Según la información obtenida a través del Indicador de Admisiones a Tratamiento por Adicciones, en Castilla-La Mancha el número de pacientes con ludopatía ha ido aumentando progresivamente, multiplicándose por 2,5 de 2012 a 2019. Durante los años 2020 y 2021 el número de admisiones desciende de manera importante debido a la pandemia por Covid-19, pero la proliferación de salas de apuestas y salones de juego y las implicaciones negativas que pueden llegar a tener, ha generado preocupación en las familias, las asociaciones de afectados por ludopatía y, por supuesto, entre las autoridades sanitarias. 

Según la encuesta ESTUDES 2021, en Castilla-La Mancha, cerca de la mitad (46%) de la población de entre 15 a 64 años ha jugado en los últimos doce meses, el 25% lo ha hecho en el último mes y un 2,4% a diario. 

El estudio demuestra también la importancia del problema del juego con dinero entre los más jóvenes. Uno de cada cinco estudiantes de 14 a 18 años de Castilla-La Mancha ha apostado dinero en juegos de azar en los últimos doce meses; y casi el cuatro por ciento de los mismos pueden tener problemas con el juego, cifra mucho mayor que la encontrada en la población general.

El presidente de Ludópatas Asociados en Rehabilitación de Castilla-La Mancha (Larcama), Alberto Ortega, es plenamente consciente del problema que supone esta adicción entre los jóvenes. Por ello, declara a La Tribuna,  dedicaría «más tiempo a dar charlas preventivas» en los centros educativos, especialmente en institutos, que «es cuando empiezan a jugar». 

«Los chicos han socializado las tragaperras de los bares, las llaman 'tragas', y a la máquina de la ruleta que también las han puesto ahora, 'rule'. Las llaman como si fueran amigos suyos», alerta, ahondando en que este compadreo es «muy peligroso». 

Respecto al anuncio del Gobierno regional de que Castilla-La Mancha no concederá nuevas licencias a salas de juego durante cuatro años, recordó que no se concedía ninguna desde hace ya dos años, pero «bienvenidos sean otros cuatro», aunque explicó que el mayor riesgo está ahora en el juego online: «No te ve nadie» y está menos controlado. Los menores y autoprohibidos pueden hacer lo que quieran, asegura, como «dar el dinero a otra persona para que juegue por ellos».

CIFRAS:

2,4% de los castellano-manchegos juegan a diario

En Castilla-La Mancha, cerca de la mitad (46%) de la población de entre 15 a 64 años ha jugado en los últimos doce meses, el 25 por ciento lo ha hecho en el último mes y un 2,4 por ciento a diario.

20% de los menores ha apostado dinero

Uno de cada cinco estudiantes de 14 a 18 años de Castilla-La Mancha ha apostado dinero en juegos de azar en los últimos doce meses. En el juego presencial lo más corriente es jugar menos de seis euros, mientras que el valor modal en el juego online está entre seis y 30 euros.

4% de los jóvenes pueden tener problemas

Casi el cuatro por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años pueden tener problemas con el juego, cifra mucho mayor que la encontrada en la población general. 

6.427 máquinas de juego en la región

Actualmente existen en la región 4.457 establecimientos de hostelería con un total de 6.427 máquinas. Las tragaperras continúan siendo el sector más importante dentro del mercado del juego autonómico. En cuanto al resto de casas de juego, se contabilizaron en 2021 un total de 200 establecimientos.