El piloto brasileño de Fórmula 1 Ayrton Senna, un ganador nato y uno de los mejores al volante, dejó para el recuerdo la siguiente frase: «El segundo es el primero de los perdedores». Frente a este afán ganador encontramos a Zuhaitz Gurrutxaga, exfubolista de la Real Sociedad, quien, junto al periodista Ander Izaguirre, es autor del libro Subcampeón que, en palabras del jugador, podría resumirse en que «cumplir sueños puede ser una manera de arruinarte la vida».
Gurrutxaga, prometedor central, fue víctima de su propio éxito. Jugó una Eurocopa sub-16, un Mundial sub-17 y antes de cumplir los 20 años debutó en el primer equipo txuri urdin, pero esa brillante carrera profesional fue la que le sumió en un proceso de ansiedad, depresión y TOC (trastorno obsesivo- compulsivo) que ahora relata en un libro. Todo se precipitó en la temporada 2002-2003, en la que la Real Sociedad se jugó el campeonato liguero con el Real Madrid hasta la última jornada. Tenía todo para cumplir su sueño, pero lo que le estaba pasando le comía por dentro, hasta el punto de decir que «no quería que la Real Sociedad ganara la Liga, porque la felicidad desbordante de toda la provincia haría que me sintiese más solo». Esto hizo que la carrera de Gurrutxaga fuese hacia abajo y ahora, dedicado a hacer monólogos, decide relatar su calvario deportivo.
Como el exfubolista hay muchas personas anónimas, demasiadas, incluso sin prometedoras carreras profesionales, que padecen estas enfermedades en silencio y, en ocasiones, sin las atenciones necesarias. Subcampeón es un buen ejemplo para recordar que la salud mental es tan importante, o más, que la física.