Sin un dueño claro y abierta a jornadas tan apasionantes como la del pasado fin de semana, la Liga propone una emoción inesperada en un mes que augura nuevas y grandes emociones.
Hasta seis equipos aparecen reunidos en apenas dos puntos después de ocho fechas disputadas. La última tuvo hasta dos cambios de líder y pudo ser otro más si el Barcelona no hubiera empatado en Mestalla.
El Sevilla es el inesperado primer clasificado después de sumar apenas cuatro puntos en los cuatro primeros duelos. Entonces se pidió la dimisión de su presidente, Pepe Castro, y surgieron grandes dudas sobre su plantel y su entrenador, un Pablo Machín que, ahora, tres semanas después, se sitúa como un ‘tipo’ admirable.
«Yo no pienso en la clasificación, sí en gestionar el partido inmediato. Estamos saliendo francamente bien de un momento complicado por las bajas, y estamos siendo un conjunto bastante eficaz», explica el soriano.